Las dos cuadras de la calle Peatonal del Centenario desvelan a los funcionarios del área de Obras Públicas. En la primera cuadra, a pocos meses de inaugurada, ya faltan varias letras del mural que indica el nombre del paseo, la casilla de información permanece cerrada por filtraciones y aún siguen las quejas por lo incómodos que resultan los accesos para personas discapacitadas. En la segunda cuadra, el panorama de las baldosas flojas mejora paulatinamente pero con el anexo del descontrol de las luminarias que permanecen prendidas durante el día y se apagan caprichosamente durante la noche en una y otra simultáneamente. Un detalle para tener en cuenta en el marco de la lucha contra la inseguridad implementada por el gobierno municipal.
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