Los trabajadores de Papel Prensa preparan un paro por 72 horas
Continúan entrelazados dos conflictos laborales importantes que en parte intentan dirimirse ante la delegación local del Ministerio de Trabajo. Los trabajadores jornalizados de Papel Prensa preparan una medida sorpresiva que en las próximas horas podría derivar en un paro de 72 horas, casi sin antecedentes en la empresa. De oficio, las partes han sido citadas para una audiencia el próximo viernes en la que también se discutirán supuestas violaciones al convenio denunciadas por los trabajadores. En el reclamo por el encuadre sindical de los trabajadores de la distribuidora de Arcor sigue vigente la conciliación obligatoria y las partes realizarán acciones individuales para reforzar sus posiciones. Mientras, la operatoria será normal.
La acción directa que tuvo como protagonistas al Sindicato de Choferes que hace dos semanas, cuando decidieron bloquear la entrada y salida de vehículos de la firma Sigismundi, se traslada a las instalaciones de Papel Prensa.
Dos conflictos que vienen entrelazados durante las últimas semanas y que no son los únicos que se dirimen en el Ministerio de Trabajo, delegación San Pedro.
Una amplia asamblea llevada a cabo el sábado al mediodía en las puertas de la fábrica y sucesivas reuniones que tuvieron lugar hasta las últimas horas de anoche en el sindicato, derivaron en la implementación de un plan de acción enérgico en el que sólo una intervención inesperada e improbable de la empresa, evitaría un paro de actividades.
El reclamo de un 40% de aumento por parte de los jornalizados y la denuncia de la violación constante del convenio de trabajo, modificando algunos conceptos que excluyen a determinados operarios de sus beneficios, son pilares fundamentales de las presentaciones hechas por el Sindicato de Trabajadores de la Industria del Papel ante el organismo laboral.
Estos reclamos que hasta ahora no parecen hacer mella en la empresa que además, continúa con una política de silencio absoluto, se sostienen cada vez con más fuerza y le dan razones a los trabajadores para promover una medida casi inédita en la historia de Papel Prensa.
En las próximas horas, haciendo uso de las facultades dadas por la asamblea, la comisión interna de la planta podría implementar un paro sorpresivo que representará un grave daño para una de las papeleras más importantes del país. Según comentaron fuentes consultadas, todas bajo estricta reserva, la medida podría extenderse por 72 horas y los trabajadores podrían montar una olla popular en las puertas para llamar la atención. Aunque el Secretario General del gremio, Alberto Chávez, rechazó que haya sido una posibilidad evaluada con firmeza el corte de rutas, en las últimas horas, al menos en boca de algunos trabajadores, se presentó como una opción complementaria al paro para darle mayor trascendencia.
En el Ministerio de Trabajo se tomó nota de este riesgo y de oficio se citó para una audiencia el próximo viernes a las 10 de la mañana. Hasta el momento ante ese fuero se han registrado negociaciones abordando las supuestas violaciones de convenio pero sin éxito. Es poco probable entonces que surja un acuerdo salarial cuando además los trabajadores ya han llegado con la protesta hasta las puertas mismas de las oficinas centrales en Buenos Aires, sin que nada cambie.
“Apoyamos a nuestros maridos en esta lucha y allí estaremos con ellos” comentó emocionada una mujer que habló con La Opinión ayer sobre el inminente paro y otros piensan lo mismo aunque temen expresarse.
Los memoriosos dicen que desde 1989, cuando se discutía el convenio que ahora rige, no se registra un clima de tanta tensión en Papel Prensa y hay algunos que temen que la repercusión nacional que podría alcanzar en los medios no cooptados por el gobierno, funcione como un gatillo que complique más las cosas. Por el momento, la poca información que se filtra desde los círculos más cercanos a quienes tienen poder de decisión en la empresa sostienen que más allá del reclamo, hay algunos trabajadores que no logran dimensionar la cantidad de beneficios que tienen por ser parte del plantel de Papel Prensa y que están siendo operados por hilos sindicales.
No faltan aquellos que al verlo a Alberto Chávez, Secretario General del gremio, liderando esta protesta, dicen: “por fin se le dio!”.
El dirigente siempre ha estado involucrado en reclamos de papeleros hacia otras empresas pero hasta hace algunos años, Papel Prensa parecía estar excluida de estos conflictos y por lo tanto del alcance del sindicato. En los últimos tiempos algunos trabajadores de Papel Prensa pasaron integrar el sindicato y así cruzaron caminos que parecían paralelos a lo largo de las últimas décadas.
Chávez, que anoche encabezó una reunión con los delegados para decidir la continuidad de la protesta, ha sido moderado en sus comentarios contra Papel Prensa esperando una instancia de negociación que no aparece. La prolongación del silencio y el desgaste que genera un plan de lucha como el que está en marcha desde hace meses se combinan para crear un escenario en el que la tensión aumenta, sin que se presenten soluciones de corto o mediano plazo.
Si el paro se concreta, 72 horas de parálisis en Papel Prensa, provocarían un daño que nadie se atrevió a cuantificar en dinero pero que indudablemente provocará impacto. Finalmente, lo que están buscando.
Sigismundi – Choferes
[b]Replanteos estratégicos[/b]
Ayer al mediodía concluyó la audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo en el marco de la conciliación obligatoria dictada en el conflicto entre la firma Sigismundi y el Sindicato de Choferes. Estos últimos, con quema de cubiertas y una medida de fuerza, reclamaron a comienzos del mes el reencuadre de ocho empleados que firmaron su intención de dejar de pertenecer al sindicato de empleados de comer cio y pasarse al de Moyano.
Los abogados de la firma, en sintonía con otros distribuidores de Arcor en el país, resistieron este embate y tras la audiencia de ayer tendrán más tiempo para evaluar cómo seguir adelante.
El Ministerio de Trabajo mantiene la conciliación obligatoria e hizo lugar a que se realicen diferentes investigaciones y acopio de pruebas que permitan a cada parte fundamentar su posición.
En la audiencia de ayer, también estuvo un abogado en representación del Sindicato de Empleados de Comercio, virtualmente acéfalo en San Pedro ante la inactividad de su representante. La presencia del gremio de comercio la reclamó el abogado de Sigismundi para tratar de encontrar una posición similar que presente lucha a favor de retener a los trabajadores en el convenio en el que se encuentran. El abogado convocado pidió más tiempo para intervenir y solicitó copia de todas las actuaciones ya que concurrió en representación del asesor legal de Osecac San Pedro.
Nadie sale del asombro ante la falta de energía con la que este gremio defiende a sus afiliados locales y tanto puede tratarse de un desinterés por lo que representan en el conjunto o de una batalla ya perdida en otros ámbitos que no tiene caso dar en estas tierras. “Tarde o temprano, los camioneros se los llevan”.
La próxima audiencia en este conflicto será convocada para mediados de Julio, lo que permitirá que todos sigan buscando la mejor forma de robustecer sus posturas. El sindicato de choferes enviará copia de los convenios firmados con empresas similares, y el estudio jurídico que representa a Sigismundi tomará otros caminos, esperando además respuestas a las presentaciones hechas ante el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Más allá de lo que sostenga cada parte por sus intereses, es fundamental en la conclusión de este conflicto saber cuál es el correcto encuadramiento convencional de estos trabajadores y determinar cuál de los dos convenios (comercio o choferes) es el que corresponde a la actividad principal del empleador.
Para quienes defienden a Sigismundi S.A. la empresa tiene como fin “comercializar bienes de consumo, antes que lucrar con el transporte de cargas”.
Entre otros conflictos, estos son los más relevantes que hoy se ventilan en el Ministerio de Trabajo, pero como anticipamos en ediciones anteriores, hay otras situaciones similares latentes que de no mediar acuerdos derivarán en instancias similares.
Otra conciliación papelera
Está cerca de vencer la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en el conflicto entre Celulosa San Pedro y sus operarios. En los días que restan hasta su finalización, el organismo deberá buscar algún acercamiento entre las partes que mantienen posturas cerradas. La empresa reclama su derecho a despedir a un empleado por decisión particular y el gremio lo rechaza porque sostiene que antes de esa decisión notificó a la empresa sobre su designación en la comisión gremial interna. La empresa dice que no fue notificada y el sindicato dice que sí lo hizo. Con las posturas cerradas de ambas partes, es probable que en los próximos días, vuelvan a registrarse medidas de fuerza como las que impusieron recientemente. La conciliación obligatoria permitió la reincorporación del trabajador y retrotrajo todo a su estado anterior, pero eso, no será eterno.