“Los soldados padecimos la guerra de Malvinas”
Encabezados por los veteranos de guerra de nuestra ciudad, tuvieron lugar los actos correspondientes al 31 aniversario del comienzo de la Guerra de Malvinas. Estuvieron presentes familiares, entidades, organizaciones y funcionarios, vecinos y turistas que se acercaron para homenajear a los soldados.
El martes, los Veteranos de Malvinas de nuestra ciudad encabezaron el acto homenaje a 31 años del conflicto bélico que le costó a nuestro país la pérdida de 649 soldados, la mayoría de ellos muy jóvenes. Fue, como todos los años, en la plazoleta Ejército de Los Andes.
Durante el acto se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino para luego dar lectura a documentos relacionados con la fecha. Las palabras más emotivas fueron las del excombatiente Javier Saucedo quien expresó: “Quisiera explicar a los más jóvenes que los soldados no ganamos ni perdimos la guerra, sólo la padecimos”
“Tenemos el orgullo del deber cumplido, hicimos todo lo que pudimos y siempre digo que lamento no poder haber hecho más”, dijo en su discurso y concluyó “Esto para mí es un honor”, en referencia al homenaje.
Saucedo leyó el documento en nombre de los soldados sampedrinos que sobrevivieron al conflicto. Allí destacó el esfuerzo y el sacrificio de aquellos que “ante el llamado de nuestra nación, respondimos sin importar quién nos convocó”. En ese sentido, pidió que la gesta de Malvinas no sea “manoseada ni confundida con apologías de la guerra y la dictadura”.
Durante el acto, se recordó también al Sargento Mateo Sbert y al Cabo Segundo Sergio Magliotti, ambos caídos en el combate que tuvo lugar en el atlántico sur, y se homenajeó a sus familias.
En nombre del Ejecutivo Municipal, el orador fue el nuevo Director de Turismo José María “Yoyi” Villafuerte, quien se refirió a los soldados: “Tal vez a algunos aquel día los tomó por sorpresa, y a otros preparados desde hacía años. Unos eran muy jóvenes, otros con edad y mayor experiencia. La voz que los llamaba era la que todos los argentinos reconocemos como propia, la voz de la Patria que los necesitaba” y concluyó: “Ellos son sus verdaderos héroes”.
Del acto participaron alrededor de cien personas entre los que estuvieron presentes el Intendente Pablo Guacone junto a miembros de su gabinete, además de los representantes de los diferentes bloques legislativos de la ciudad. El lunes en el Salón Dorado del municipio tuvo lugar la vigilia por Malvina en la que contó el excombatiente Fabio Santana, participante del “Soñando por Cantar”. De la conmemoración también formó parte el sampedrino Hernán Montes que presentó su tema dedicado a los veteranosde la Guerra de Malvinas.
La hermanita perdida
El movimiento Evita, La Kultural y Nuevo encuentro instalaron sobre calle Mitre, en su intersección con Almirante Brown, una gigantografía trazada por la bandera argentina, donde se visualiza la sombra de un excombatiente junto a la frase “ay hermanita querida, hermanita vuelve a casa”, fragmento de la canción “La hermanita perdida”, de Atahualpa Yupanqui.
Soldadito de Malvinas
Con música de Daniel Tuges, el recitador sampedrino Carlos “Paisanito” Martínez es autor de una zamba en homenaje a los caídos y excombatientes: “Soldadito de Malvinas”.
“Paisanito”, de 70 años, es el padre de Carlos Ismael Martínez, uno de los sobrevivientes sampedrinos del conflicto del atlántico sur. La familia Martínez regresó a San Pedro hace diez años, luego de cuatro décadas viviendo en San Nicolás.
“La zamba nace como un homenaje para los chicos, a los que llevaron engañados, a ‘cumplir con la Patria’, lo que era una gran mentira”, dijo el artista y relató: “Yo recuperé a mi hijo después de muchos meses de creerlo sin vida”.
“Cuando se fue a Comodoro Rivadavia no tuvimos más noticias”, explicó y, entre lágrimas, narró el momento del reencuentro: “Yo estaba trabajando en un astillero en Río Santiago, hacía un mes y medio que había terminado la guerra y no teníamos ningún dato sobre él. Una tarde levanto la cabeza y lo veo venir, vestido de marinero, de gala, con sus guantes blancos. Fue una emoción inexplicable”.
Martínez creyó muerto a su hijo, ya que hasta un mes y medio de concluido el conflicto no tuvieron noticias suyas.