A los saltos
Y protestando andan por la avenida 11 de Septiembre, Camino Juan Ismael Jiménez, Lucio Mansilla y el Camino Crucero General Belgrano los automovilistas y motociclistas que circulan por estas arterias de la ciudad. Hace algunos días, personal de la Dirección de Obras, ejecutó la orden del Inspector General Domingo Bronce de construir lomos de burro para reducir la velocidad (la denominación correcta es vainillas). En algunos casos, la angosta y molesta construcción no está señalizada por carteles y los conductores de todo tipo de vehículos rezan a cuanto Santo pasa por su memoria un instante después de atravesarla. La medida quizá haya sido una alternativa para parar la velocidad, pero a lo mejor con reducidores más anchos, que dañen menos la carrocería de los automóviles, estaríamos todos más conformes. En realidad la causa de optar por esta modalidad es sólo cuestión de pesos. Las vainillas demandaron una inversión de $ 300 a $ 350 cada una y los reductores más anchos hubieran costado entre $ 2.500 y $ 3.000. Desde Inspección anunciaron que en los próximos días se construirán un par más de vainillas en inmediaciones de la Escuela Nº13 para resguardar la integridad de alumnos y docentes durante el ingreso y la salida del establecimiento, ubicado sobre el camino Lucio Mansilla.