Los reyes de la pala
Con 21 medallas de oro, nueve de plata y ocho de bronce Náutico logró el primer puesto en el Argentino de Velocidad que finalizó el domingo en Concordia y logró su sexto título en los últimos siete certámenes.
El objetivo de Náutico en la edición 2019 del Argentino de Velocidad era recuperar la corona que le arrebataron en 2018 después de ser pentacampeón. Para ello, el equipo plagado de figuras se reforzó con el subcampeón mundial Daniel Dal Bo y en el Complejo Hidroeléctrico de Salto Grande en Concordia, Entre Ríos, se llevó entre el miércoles y domingo el primer puesto en la general con 21 medallas de oro, nueve de plata y ocho de bronce.
Las regatas del certamen más importante por clubes que organiza la Federación Argentina de Canoas (FAC) cada temporada comenzaron el miércoles y entre medio hubo cancelaciones y postergaciones por la lluvia que afectó a esa región del país.
El Celeste había sido ganador en cinco de las últimas seis ediciones y, en consiguiente, obtuvo su sexto título en los últimos siete certámenes. El elenco entrenado por Edgardo Rasio tuvo también, además de Dal Bo, a Gonzalo Carreras, Valentín Rossi, Lisandro Butti, Rebeca D’Estéfano, Tomás Pérez, Melina Sánchez y Teresita Bonilla, todos con presente en selecciones nacionales. El plantel lo completaron Germán Albouy quien regresó tras varios años de inactividad; Fabio Caramuto, Bruno Carmelli, Federico y Marcos Corleto; Juan Segundo More, Andrés Níbale, Fernando Ortíz, Emilio Porta, Marcos Pucheti, Walter Ribot, Gustavo Rolón, Sergio Sánchez, Rubén Presley y Julián Sánchez Negrete.
El segundo puesto lo obtuvo Regatas de Gualeguay-chú con 15 oros y tres platas mientras que tercero quedó Regatas de Concepción del Uruguay con 8, 3 y 3 respectivamente. El Argentino de Velocidad, que fue Selectivo para conformar los equipos nacionales, fue organizado por el club Regatas de Concordia y la FAC en la pista situada en el sector del río Uruguay conocido como Seno Yacaré, entre el camping Las Palmeras y Punta Viracho.
Edgardo Rasio: “Nosotros trabajamos todo el año para esto. Es nuestro objetivo a nivel equipo y como lo hemos hecho otros años, quisimos volver a estar en el podio, en lo más alto del podio, Conformamos un grupo de deportistas que lo logró y muy bien porque fuimos muy claros ganadores de este evento a pesar de todas las vicisitudes que tuvo”.
Las Canaletas,a pulmón, brilló
Con otro objetivo y menos palistas viajó a Concordia Las Canaletas con Brenda Rojas como figura estelar. Entre 31 instituciones, la Cooperativa quedó novena con cuatro preseas de oro, cinco de plata y tres de bronce, varias de ellas logradas por los canoistas Federico Merlo y Axel Pavón. El resto de sus representantes fueron Nahuel Schelling y Gastón Ortíz quien también hace las veces de profesor.
Lo de la Cooperativa fue todo a pulmón. Sin la estructura de Náutico, se las ingenió para ser protagonista (recibió colaboración de la Municipalidad, Pescadores le prestó el tráiler para llevar los botes, madres confeccionaron las remeras y cocinaron; y Miguel Oviedo codujo el transporte a Concordia) y se metió en el top ten superando a clubes históricos y con una envergadura muy superior.
Los palistas sampedrinos, entre ellos la olímpica que compró un asado para todo el equipo y hasta lavó los platos, durmieron en carpa y sufrieron la lluvia que cubrió la región. Sin embargo, poco les importó y dejaron el alma en cada palada para llevar a su entidad lo más arriba posible.
Párrafo aparte merecen Merlo y Pavón, únicos canoistas de San Pedro que quedaron tercero en los 500 y 1000 metros y segundos en 200. En la previa al Argentino de Velocidad, consiguieron una canoa para dos tripulantes que estaba abandonada en La Plata y la repararon para utilizarla, tal describió el primero a La Opinión: “Hace más o menos un mes nos propusimos entrenar con Axel para competir juntos en C2. Buscamos por todos lados un bote en condiciones para usar y no conseguimos. Gracias a Miguel y Gastón pudimos recuperar una C2 que tenía Regatas La Plata”.
Sin embargo, el bote no estaba en sus mejores condiciones y los obligó a trabajar contrarreloj para solucionar sus inconvenientes. “El viernes a la mañana, el mismo día que competíamos en ese bote, recién pudimos verlo y las condiciones no eran las mejores. Fuimos medios preparados y tratamos de dejarlo lo mejor posible. Tuvimos que usar tornillos para madera para que agarraran los hincapiés para poder remar, conseguimos abrojos y se los pegamos también para poder sostener en taco dónde apoyamos la rodilla”, detalló al mismo tiempo en que contó que una vez en el agua, “30 segundos antes de largar”, notó que “tenía un corte en uno de los laterales” por el que le entraba agua. Y sobre cómo lo solucionó, cerró: “Nos perjudicó un poco en esa regata, pero con cinta y pegamento le hicimos un buen parche para que nos salvará en las otras dos competencias que nos quedaban”.