En las calles de San Pedro nos encontramos todos los días con varios baches para esquivar, pero, probablemente en el intento por hacerlo, podemos agarrar otro o tener un accidente. En las rutas de acceso ocurre lo mismo, con posibilidades de que el accidente sea peor. En los caminos rurales, la situación no es muy diferente, y siempre el comentario posterior es el mismo: ¿Quién arregla esto? Si en lugar de hablar de pozos, hablamos de infraestructura en general, escuelas, seguridad, situación económica, salud o cualquier otro ítem que involucre a la gestión municipal, puede pasarnos lo mismo. Andamos esquivando o enfrentando “pozos” todos los días, preocupados y angustiados. ¿Quién arregla esto?
Abrazamos el sistema democrático y representativo, pero creemos que ante una combinación de factores como los que nos bofetean estos días, el futuro se va oscureciendo cada vez más. Nos aproximamos a fechas muy especiales que deben unirnos aún más en la defensa de la posibilidad de expresarnos y de elegir a nuestras autoridades. Esas convicciones sin embargo, no pueden impedirnos llamar a la reflexión de todos, para pensar cómo será el futuro de cercano y mediano plazo en una ciudad fundida, con un estado local paralizado, superpoblado y con funcionarios que ganan sueldos de Primer Mundo. Todos en la calle hablamos de los “pozos de la gestión”.
Todos estamos preocupados porque seguimos en caída libre, sin un atisbo de reacción. Se escuchan palabras vacías y se observa con pena como algunos intentan disimular falencias graves que ya son visibles para toda la comunidad.
La reciente reacción espontánea o provocada de los vecinos en las rutas, pareció ser la única receta para, mínimamente encontrar alguna respuesta a modo de parche. ¿Nos están empujando a que para cada tema sin resolver hagamos lo mismo? “Los pozos de la gestión” tienen responsables, y esas responsabilidades deben asumirse de una buena vez.
En el gobierno y en la oposición. Desde instituciones como la nuestra no podemos hacer más que seguir expresando nuestra preocupación y voluntad de colaboración para encontrar una salida a este túnel sombrío del que todos hablan, en el campo y en la ciudad y del que queremos salir.
Por el futuro de San Pedro y el de todos los que seguimos sintiendo orgullo por vivir y trabajar aquí.
Sociedad Rural de San Pedro
Raúl Victores, presidente
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