Los porteros lograron los $3.000 pero los afiliados a Ate continúan con el reclamo
Mientras el Soeme cerró un acuerdo en paritaria que lleva el salario inicial de un auxiliar no docente a 3.003 pesos de bolsillo, los trabajadores del Estado provincial nucleados en Ate siguen con la protesta a la que se pliegan los porteros locales, afiliados a ese sindicato. Esta semana lograron favorecer los reemplazos ante licencias médicas. Cuáles son los beneficios de ser portero frente a los docentes.
Varias son las escuelas del partido de San Pedro que han sufrido las consecuencias del paro de auxiliares afiliados a la asociación de trabajadores del estado (Ate), que a pesar de que el sindicato Soeme consiguió un importante aumento continúan con el reclamo, que tuvo un importante paro con movilización la semana pasada. Soeme, que representa a la mayoría de los trabajadores auxiliares de la educación, firmó un acuerdo paritario por un incremento del 20 por ciento, que los dirigentes de ese gremio calificaron de “muy positivo”. En términos de dinero, el aumento acordado lleva el salario de 2.502 a 3.003 pesos por cargo para la categoría inicial sin antigüedad, un monto similar al de los docentes, que tienen alumnos a su cargo y una tarea que reviste carácter profesional, producto de la necesidad de título habilitante para su ejercicio.
Así quedó el salario
El acuerdo de Soeme implica un incremento al bolsillo de los porteros de escuela de 500 pesos. El desglose de su salario, para la categoría sin antigüedad, da cuentas de un básico de $1.353,95 al que se le suman los siguientes ítems: Bonificaciones con aportes de $643 y de $60; bonificación del 4 por ciento sobre el básico, de $54,16; 230 más por bonificación “ago/200”; 866,53 como “bonificación remunerativa no bonificable”; unos $ 318,53 por “garantía sin aporte”, y 50 pesos por “material de trabajo”. Todo ello suma un bruto de $ 3.606,77, de los que una vez deducidos los descuentos deja en manos del trabajador del sector 3.003,58 pesos por una jornada de seis horas de trabajo.
Un convenio
con beneficios
El convenio de los trabajadores auxiliares de la educación ha logrado importantes beneficios en los últimos años. Entre ellos, se cuenta el hecho de que desde 2005 ya no están obligados a permanecer en las escuelas cuando los docentes están de paro y no hay directivos en el establecimiento. Sólo deben garantizar la apertura y cierre del colegio.
Merced a las acciones implementadas por los gremios, en este caso Ate, la semana pasada los auxiliares lograron que pueda haber suplentes a partir de los tres días de licencia por enfermedad, lo que modifica el plazo de diez días que estaba en vigencia. Desde Ate destacaron que “resulta una equiparación con el sistema que rige para los docentes”.
Aún así, es importante señalar que los auxiliares sólo pueden tener un cargo como tales dentro de la administración pública, a diferencia de los docentes.
Qué pueden
hacer y qué no
El reglamento general de las instituciones educativas de la provincia de Buenos Aires rige las actividades de los auxiliares en general. Para los porteros en particular señala que sus funciones son de “cuidado, limpieza y servicios auxiliares”. Entre sus tareas enumera: “Limpiar el establecimiento; prestar el servicio de refrigerio para el personal del establecimiento y realizar la limpieza de la vajilla; cooperar con las tareas relativas a la preparación y servicio de copa de leche, comedor y merienda; cooperar con la distribución del material didáctico; participar en el cuidado de los alumnos, en los momentos de ingreso y egreso; controlar la entrada y salida a la Institución; comunicar a las autoridades del establecimiento las anomalías que detecte; colaborar efectuando tareas fuera del edificio escolar, cuando ellas estén directamente relacionadas con las actividades del establecimiento educativo; permanecer en la escuela, a requerimiento fundado del director o de la autoridad a cargo, cada vez que por alguna circunstancia especial puedan ser requeridos sus servicios”.
Una multiplicidad de tareas que no siempre guardan relación con lo que reglamentó la resolución 3363 de 1988, que señala por ejemplo que en materia de limpieza incluye los baños y la vajilla pero “no el comedor”.
Las mujeres tienen algunos beneficios extra, según esa resolución, que señala que “no podrá exigírsele realizar tareas consideradas pesadas tales como: traslado y/o movimiento de mobiliario pesado o de grandes dimensiones, corte y/o limpieza y/o recolección de pasto, pintado de paredes”.
Además señala, que no debe limpiar la escuela cuando sea utilizada por la cooperadora u otra entidad, y que si debe quedarse fuera de su horario “será recompensado con horas extras o francos”. De la misma manera, no puede desdoblar el horario para atender dos establecimientos y su jornada es de seis horas. No puede hacer “tareas de vigilancia” ni “mandados o tareas para el personal docente o directivo fuera del establecimiento”, así como tampoco debe cuidar alumnos ni trasladarlos a su domicilio u otros lugares.
La administración pública deberá proveerle dos guardapolvos, un par de botas, un par de guantes de goma por mes, dos pares de zapatos y dos camisas para sus tareas en la escuela, cuya Dirección tiene la responsabilidad de entregar los elementos de limpieza.