Los médicos de Centros de Salud que no cumplen su horario cuestan casi $ 8,5 millones al año
El dato surge de un informe que el intendente Cecilio Salazar recibió de la Secretaría de Salud. Los 50 profesionales que se desempeñan en los CAPS cobran por un total de 1500 horas semanales pero sólo trabajan 500. Fueron intimados a cumplir su horario o pueden elegir que se les reduzca la carga y cobrar menos dinero. Sancho fue duro: “Somos rehenes de profesionales inescrupulosos que se aprovechan del servicio de salud pública”.
Dos situaciones que tuvieron al subsecretario administrativo del Hospital, Augusto Ramos, a cargo del control del personal, provocaron que el gobierno decidiera revelar públicamente una tarea que viene desarrollando desde la Secretaría de Salud para intentar que los profesionales médicos trabajen las horas por las que se les paga.
Escrito así parece una obviedad, pero el sistema público local arrastra irregularidades desde hace mucho tiempo y cada vez que alguien quiso ponerle el cascabel al gato la guerra estalló. A juzgar por los datos que tiene en su poder el intendente Cecilio Salazar –con los que decidió autorizar al equipo que conduce Guillermo Sancho–, hasta ahora ganaron siempre los médicos.
La primera batalla de esa guerra que muchos intentaron se libra en los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS), conocidos como “centros de salud” o “las salitas”.
Su existencia obedece a la necesidad de descentralización de la atención, por ello desde su creación hasta ahora fueron creciendo en servicios. Además de los tres hospitales (San Pedro, Santa Lucía y Gobernador Castro), el distrito tiene 13 CAPS:
1° de Mayo, Arco Iris, CIC, Depietri, La Buena Moza, Las Canaletas, Los Aromos, Pueblo Doyle, Mateo Sbert, Río Tala, La Tosquera y Vuelta de Obligado.
El más completo es el del CIC, que tiene clínica general, pediatría, ginecología obstetricia, odontología, fonoaudiología, psicología, cardiología, neumonología, ecografías, asistencia social, psiquiatría, traumatología y nutrición.
El resto no tiene todas esas especialidades, pero casi.
En los CAPS hay unos 50 profesionales. Algunos están contratados por 24 horas, otros por 36 y otros por 24. La mayoría, por no decir ninguno, las cumple. Eso es lo que Sancho y su equipo quieren modificar.
El informe que elevaron al intendente fue tan contundente que Salazar puso el grito en el cielo y pidió acciones inmediatas. Todo comenzó hace alrededor de un mes, cuando pudieron sistematizar los datos de un relevamiento in situ, cuya información cruzaron con la disponible administrativamente.
El resultado es alarmante: los 50 médicos de los centros de salud insumen más de 1500 horas por semana, por las que el Estado local paga. Sin embargo, del relevamiento surgió que apenas cumplen el 30 por ciento, unas 500 horas. El cálculo en dinero es que hay casi 8.500.000 pesos que la Municipalidad desembolsará a fin de año por horas que no se trabajan.
“Somos rehenes de profesionales inescrupulosos que se aprovechan del servicio de salud pública”, disparó Sancho el sábado en Sin Galera, cuando todo el equipo de Salud –el secretario; el director médico del Hospital, Javier Sualdea; el director administrativo, Silvio Jaime; el subdirector administrativo, Augusto Ramos; y el jefe del servicio de Emergencias, José Herbas– explicaron durante más de una hora de qué se trata este nuevo abordaje de la problemática de la carga horaria de los profesionales.
Los ejemplos abundan y son preocupantes. Sancho contó el caso de “un pediatra que salía de su guardia para andar de novio” y al que denunciaron sus propios compañeros. En los centros de salud hay profesionales que reconocieron que no cumplen su horario y que argumentaron que así era su “arreglo”. Entre ellos hay médicos con una carga de 48 horas que van dos días a la semana, dos horas; es decir que cumple cuatro de las 48 por las que se le paga.
Todos los médicos de los CAPS recibieron una planilla en la que debían dejar asentado qué horario cumplen y qué servicios prestan. Algunos a regañadientes, todos cumplieron. El resultado es asombroso: profesionales de la salud que públicamente son abanderados de la ética reconocieron que no cumplen ni la mitad de las horas por las que cobran del Estado. Entre ellos, incluso, hay quienes alguna vez soñaron que podrían ser intendentes.
También están los que van de 9.00 a 10.00 y luego atienden en la salud privada; los que a las 12.00 dejan el CAPS para ir a trabajar como docente. Los que llegan sólo si se enteran que los jefes merodean y ponen excusas respecto de por qué no estaban en su puesto de trabajo.
La cantidad de pacientes que cada uno atiende también asombró. En promedio, entre cinco y diez. El cálculo de la Secretaría de Salud es que, por lo que cobran, el Municipio les paga un promedio de 500 pesos por consulta.
“No quiero generalizar, hay gente que trabaja”, dijo Sancho. Aun así, explicó que los centros de salud están abiertos de 8.00 a 14.00 y que ello insume 850 horas médicas por semana de consultorio. Es decir que, incluso
cumpliendo con el horario en que los CAPS están abiertos, sobra casi la mitad de las horas por las que se paga. El plan es que los médicos cumplan en otros sectores el resto de la carga por la que están contratados.
Una de las quejas constantes entre los profesionales es que la salud pública paga menos. “Que vayan al sector privado”, se animó a decir Sancho ante la consulta y aseguró que no teme que haya profesionales que decidan dejar de trabajar en la Municipalidad.
“Después de muchos años, este gobierno paga del 1 al 5, las guardias a mitad de mes”, destacó el secretario de Salud, que cuestionó la decisión de CICOP de hacer paro por 48 horas esta semana, en adhesión al convocado por la central.
Para el gobierno, la medida de fuerza es “un apriete”, que le llega en medio del debate con los empleados municipales, que reclaman aumento de salario, rechazaron la oferta que hizo el Ejecutivo y están dispuesto a volver a hacer retención de tareas.
Desde el sindicato de los médicos, su titular, Susana Gonzalo, dijo a La Opinión que fueron informados por el secretario de Salud respecto de la decisión de avanzar en el cumplimiento de la carga horaria, con lo que están “totalmente de acuerdo”.
“Pedimos que haya consenso. Iban a llamar uno por uno para ver cada caso. La dificultad es que hay centros de salud con tres médicos y un consultorio, lo que también es un problema. Se comprometieron a hacer un relevamiento en ese sentido. Tienen mucho trabajo para hacer”, dijo Gonzalo.
A sus afiliados les advirtieron que no habría ninguna objeción a lo planteado por el gobierno. Entre los médicos que trabajan en Centros de Salud hubo a quienes no les cayó bien la decisión. Cuando se instalen los lectores de huellas no tendrán muchas opciones.
En CICOP saben que hay situaciones injustas y que en la actualidad es preferible ir a un centro de salud que al Hospital, donde la tarea es otra y los controles también.
El principal efector de la salud local quedó chico y está atestado de gente a diario. Los centros de salud están preparados para ser el primer sitio donde el paciente debería recurrir. Al gobierno le toca revertir la tendencia de la población a evitar “la salita”. El primer paso es este: que cuando la gente vaya al CAPS haya médicos. Nada menos.
Las denuncias contra Ramos
El jefe de Personal del Hospital, Augusto Ramos –subdirector administrativo, para ser precisos–, tuvo dos altercados en los pasillos la semana pasada. El jueves discutió con una kinesióloga por la famosa planilla de horario y tareas, que en el nosocomio les entregaron sólo a los profesionales de ese servicio y de Odontología. CICOP lo denunció por “malos tratos”.
El viernes tuvo una situación similar con una enfermera que le había solicitado permiso para ir a un estudio jurídico por un trámite personal, lo que provocó la intervención del Sindicato de Trabajadores Municipales.
En ambos casos, acusaron a Ramos de “patotero” y “maltratador” del personal. El subdirector administrativo aseguró que en ningún momento se dirigió de mala manera a los empleados. El secretario Guillermo Sancho lo respaldó públicamente.