Los médicos podrían atender en el Hospital en forma particular
Está en estudio y elaboración una Ordenanza integral que permitirá al Hospital, habilitar consultorios para que lo médicos puedan atender pacientes de Obras Sociales de manera particular. Buscan optimizar el rendimiento y percibir nuevos ingresos para afrontar la creciente demanda de atención en el nosocomio. En poco tiempo estará terminada la ampliación del sector de Guardia General.
El Director del Hospital, anunció a principios de la presente semana, la elaboración de un Proyecto de Ordenanza en el que se incluye la posibilidad de alquilar los consultorios externos a médicos particulares que quieran facturar a Obras Sociales.
La idea que en otros lugares parece común, en nuestra ciudad ha sido largamente discutida y probablemente esperada, por amplios sectores de la comunidad que no acuden al Hospital por poseer Obra Social. También satisface la demanda de muchos profesionales que llegan al Centro Asistencial y desarrollan actividades, sin poder acceder a una facturación privada por no ser aceptados en el Círculo Médico.
De esta manera, la capacidad edilicia ociosa comenzaría a arrojar resultados económicos que contribuyan a la mantención de la estructura con la que hoy cuenta la salud pública.
Si bien, no es este el único aspecto que abordará la Ordenanza, trascendió que ya se han adelantado opiniones de Concejales favorables a los cambios que se desean realizar, entre los cuales resultará de fundamental importancia la ampliación del horario administrativo para lograr que todos aquellos que ingresan por las diferentes guardias, también sean registrados oportunamente para poder facturar a sus obras sociales los insumos y las prestaciones profesionales que reciben.
Hasta el momento la modalidad de este Hospital, permite que el personal perciba un plus por toda la facturación que se realice desde el nosocomio, pero las cifras resultan más que elocuentes. Durante el 2006, las autoridades sanitarias mostraron con orgullo haber facturado un millón de pesos, mientras solo por el sector de guardia se invirtieron más de cinco millones y medio para asistir a los pacientes.
Cuando se profundizan los razonamientos sobre las estadísticas hospitalarias, hay cifras que resultan relevantes. La Opinión, está elaborando un informe en el que se muestra de qué modo, la Salud Pública siempre tiene que responder de manera desigual, frente a pacientes que los prestadores privados rechazan o por el contrario, debe derivar –por ejemplo- a quienes tienen atención por ART, ya que representan un buen negocio para los particulares. Ese informe aparecerá en estas páginas en próximas ediciones.
Los números mandan
Dejando en claro que es un derecho de todo ciudadano el acceso a la salud, hay que comenzar a revisar algunos números que, aunque resulten antipáticos, muestran a las claras que quien paga sus impuestos y aporta a las obras sociales, es víctima de una doble estafa cada vez que alguien que posee cobertura elude por decisión propia o por inacción de las autoridades de salud, la facturación de los servicios que se le prestan.
Por el lado del Hospital Municipal sigue siendo muy deficiente el sistema de captación de pacientes en contraturno y en la guardia –sobre todo traumatizados que demandan prestaciones sumamente costosas- a raíz de los estrictos horarios que se cumplen en el sector administrativo. Así, quien llega al Centro Asistencial, por la tarde o por la noche, puede realizarse todo tipo de estudios de manera inmediata sin pasar por la Caja.
Desde el lado de los pacientes, la situación no es mejor. Muchos eluden la presentación de sus obras sociales sindicales o las prepagas, pensando que luego tendrán que hacer nuevos trámites cuando, en realidad, es el propio nosocomio quien se ocupa de la facturación sin necesidad de un esfuerzo extra. Un ejemplo lo constituyen los afiliados a IOMA o PAMI que son sometidos a pagos de bonos extras o trámites interminables. También la medicina prepaga puede ser utilizada sin demoras y dejar su aporte a la salud pública. Por solo citar un ejemplo, los accidentes que suceden en la ruta, suelen tener como protagonistas a pacientes que poseen cobertura privada y demandan al erario público una inversión importante. En ese sentido, el Sector de Guardia General deberá contar con un departamento administrativo que permita captar a esos pacientes y cobrarles a sus obras sociales aunque el ingreso se produzca por la madrugada.
Los daños insólitos
Aunque a muchos lectores les parezca mentira, el Hospital ha logrado un importante nivel de prestaciones y la incorporación al cuerpo médico de profesionales con alta capacitación. Eso no se condice con la conducta que muchos pacientes y sus acompañantes exhiben dentro y fuera del edificio.
Es común transitar por la zona de internación o los pasillos que conducen a la guardia, encontrando graffittis de todo tenor, picaportes y sanitarios deteriorados y lo que es aún peor para un centro asistencial, basura de todo tipo y en todos los sectores.
Como en todos los casos, la responsabilidad se comparte entre la falta de control y la desidia de los usuarios, pero… los daños siempre terminan siendo pagados por los ciudadanos.
Nadie imagina cómo se pueden elegir las paredes de una sala de internación para imprimir declaraciones de amor o nombres de personas, tanto con tinta como raspando las superficies y mucho menos, llevarse una canilla o la flor de una ducha.
La inexistencia de control sobre los daños que se perpetran o la falta de mantenimiento que reportan el pasto crecido sin control o el amontonamiento de elementos que no han sido dados de baja en el inventario, ofrecen un aspecto tremendamente desagradable frente a semejante monumento a la preservación de la vida.