Los ladrones no dan tregua con los robos domiciliarios
El sábado a la tarde, entraron a la casa de una familia que se había ausentado sólo una hora. El viernes asaltaron a una pareja de jubilados a quien le sustrajeron unos $ 1.500 en efectivo. En el término de dos semanas fueron más de 10 los robos en viviendas denunciados y aunque cada vecino tiene sospechas sobre quiénes podrían ser los autores, no son esclarecidos.
Rejas, alarmas, cadena de números telefónicos entre los vecinos para armar una red de alerta, y mucha indignación es la única respuesta posible que encuentran los habitantes de los barrios céntricos de la ciudad ante la creciente ola de robos.
No hay horario, ni mapa del delito posible porque efectivamente, los ladrones parecen disponer de un amplio margen de acción para atacar y de una impunidad total si se tiene en cuenta que desde hace varias semanas se vienen denunciando una cantidad alarmante de hechos que todavía no tienen ni miras de ser resueltos.
Esta semana no fue la excepción. El viernes, un matrimonio de jubilados que vive en Uruguay 1147 fue víctima de un asalto que recuerda a otro ocurrido el año pasado a pocas cuadras de allí, en Almafuerte al 1200, y del que entonces resultaron damnificados una pareja de ancianos. Las similitudes son muchas porque en ambos casos los ladrones ingresaron por el patio de la vivienda y atacaron a los ancianos a horas tempranas de la mañana. El reciente hecho, ocurrió alrededor de las 7 de la mañana, cuando dos delincuentes encapuchados sorprendieron a la mujer que se disponía a ingresar al lavadero de la casa. Luego de maniatarlos y encerrarlos en la vivienda, los delincuentes revisaron todo y se llevaron cerca $ 1.500 en efectivo.
Las víctimas, que solicitaron mantener su identidad en reserva y se negaron a ofrecer mayores detalles atemorizadas por el momento vivido, denunciaron el hecho a la policía pero hasta el momento no hay novedades. Se cree que los sujetos ingresaron tras saltar por encima del portón de un caserón ubicado sobre calle Gomendio, y que desde ese terreno accedieron a la vivienda del matrimonio.
Si bien el caso es uno de los más graves registrados esta semana porque los ladrones atacaron a los moradores, no es el único.
En una hora
A pocas cuadras, otra familia fue víctima de un robo el fin de semana. Según explicó el propio damnificado, Gerardo Tagliatore, es el segundo hecho similar que lamenta en el lapso de unos treinta días en su casa de Pavón 545. El sábado alrededor de las 17 horas, regresó con su esposa luego de asistir a un partido de fútbol infantil donde jugaba uno de sus hijos y se encontró con la triste noticia. Su casa estaba revuelta y faltaba un equipo de música Philips además de varias prendas de vestir y cartuchos de diferentes calibres, que los ladrones cargaron en las mochilas de los hijos de Tagliatore.
Lo llamativo del caso, es que el matrimonio se había ausentado por el espacio de una hora e incluso las hijas de ellos habían quedado jugando en la vereda. Las sospechas de los damnificados indican que los “chorros” pudieron haber salido por la misma puerta de entrada sin que nadie detectara su presencia, aunque también se descubrió una ventana de la cocina forzada por la que habrían ingresado.
En el robo anterior que sufriera Tagliatore un mes atrás, los ladrones le habían sustraído varias armas de una colección, entre ellas fusiles de importante valor pero jamás fueron halladas.
Una decena de hechos
En las últimas dos o tres semanas, la cantidad de robos y hurtos que sufrieron sampedrinos en sus hogares son alarmantes. En este medio se publicaba dos ediciones atrás, la misma preocupación y se mencionaban cuatro hechos ocurridos en pocos días. Los damnificados eran la familia Austin a quien prácticamente le desvalijaron su casa quinta ubicada en el Paraje Tablas, la familia Carbo en Oliveira Cézar al 900, Sandra Ruiz de Almafuerte 195 y Gustavo Dellagiovanna de Almafuerte 2225. De ninguno de estos casos, se conocieron resultados hasta el momento.
La semana pasada, se comentaban otros tres ilícitos ocurridos en la casa del productor Rubén Vicens en Belgrano 2695 –el séptimo robo que sufriera en dos años-, en la del periodista deportivo José Miguel Güidi, en Benito Urraco entre Salta y Pellegrini, y en Máximo Millán 1170 donde vive el Sr. Gustavo Gajate.
El jueves de la pasada semana, la familia Vellani también denunció un robo en su casa de Av. Sarmiento 1525. La moradora de la vivienda se encontraba de viaje en la ciudad de Bariloche acompañando a una delegación de la Escuela Normal, por lo que la casa se encontraba sola y la denuncia del hecho la realizó su ex marido, el Sr. Humberto Vellani.
Por último, en la madrugada de este domingo un menor de edad fue atrapado después de ingresar a una casa ubicada en Bottaro 830, aunque en este caso no alcanzó a sustraer nada, y poco después liberado por el Juzgado de Menores.
De más está seguir aclarando que actualmente, ninguno de los responsables de todos estos hechos está tras las rejas y que si se consulta por ellos a las autoridades policiales la respuesta será simplemente que se “está investigando” y que las actuaciones fueron derivadas a la fiscalía de turno. Para los damnificados, el único camino es el de la indignación porque la mayoría conoce en su barrio a personas sospechosas que son mencionadas en las denuncias pero lo robado “nunca aparece”. Y en los casos en que sí se descubren, como ocurrió con lo robado en la quinta de Austin, parece imposible encontrar a los autores.