La medida se aplicará en las escuelas de la provincia de Buenos Aires a partir de este ciclo lectivo, mientras que en otras provincias, ya a fines del 2007 quedó radicada definitivamente. La iniciativa fue propuesta por algunos Diputados y finalmente aprobada y tiene como objetivo eliminar la “comida Chatarra” que habitualmente estaba al alcance de los alumnos y de los bolsillos de los padres. La obesidad infantil o adolescente fue el disparador de la novedad y deberá aplicarse obligatoriamente desde el próximo mes de Marzo, incluso en los establecimientos locales. Aunque algunos kioscos escolares ya habían adoptado la modalidad, sus propietarios se ven en figurillas para cumplir con la nueva disposición. No es fácil proveer de frutas, cereales y yogures a los chicos que siguen en busca de alfajores, papitas o un sabroso pancho, sobre todo cuando los proveedores reniegan de llegar con sus productos a destino, porque el pedido es mínimo o queda a tras mano de su recorrido. Para cumplir con lo dispuesto por las autoridades educativas, los concesionarios, que además deben adquirir sus pliegos correspondientes y pasar por una licitación, tendrán que acondicionar sus puestos para mantener frescos este tipo de alimentos. Si bien la propuesta es viable y bien intencionada, no hay mucha aceptación por parte de los chicos para cambiar una Tita por una naranja, un Jorgito por un puñado de cereales o un paquete de chizitos por una banana, considerando que si sus padres trabajan, el almuerzo seguro es un sandwich de hamburguesa que mamá preparará a las apuradas.
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