Los hermanos que sufrieron quemaduras aguardan un traslado y sus amigos juntarán fondos para ayudar a la familia
Agustín Iglesias, de 20 años, permanece internado en terapia intensiva del Hospital Emilio Ruffa y su estado es delicado por lo que las autoridades solicitan desde el lunes al mediodía, horas después de que se incendió una panadería de Manuel Iglesias al 2100, su derivación a un centro de mayor complejidad. Su hermano Diego, de 19, está estable en el shock room y también se pidió su traslado. Amigos de los jóvenes organizan una choripaneada para el próximo sábado para recaudar dinero y ayudar a los padres de los chicos.
Agustín y Diego Iglesias, dos de las tres personas que el lunes al mediodía sufrieron quemaduras en su cuerpo al incendiarse una panadería situada en Manuel Iglesias al 2100, permanecen internados en el Hospital Emilio Ruffa a la espera de una derivación a un centro de mayor complejidad donde puedan ser asistidos por las graves lesiones que les provocó el accidente.
"A Agustín lo tienen que trasladar si o si, no tienen cama en el Instituto del Quemado y nos están dando vueltas. Nos dijeron que hay que esperar", relató a La Opinión Claudia, una tía de los jóvenes de 20 y 19 años. Agustín está en coma inducido en terapia intensiva con el 70% de su cuerpo afectado, sobre todo en su tórax y cara. Su hermano, en tanto, está estable en el shock room con el 45% lesionado.
El Jefe de Guardia del nosocomio, José Herbas, reiteró, tal como señaló el lunes por la tarde, que insisten en la derivación de los jóvenes pero que por el momento no recibieron autorización por parte de los centros a los que consultaron. Teniendo en cuenta el cuadro de salud, sólo cuentan con tres hospitales a dónde pueden derivarlos.
Mientras tanto, amigos de Agustín y Diego organizan una choripaneada y hamburgueseada para el próximo viernes desde las 20.30 en San Martín 350 para recaudar fondos y ayudar a la familia. Por ello, solicitan que quienes puedan donar chorizos, hamburguesas o pan se comunique con ellos al 3329-545005.
El siniestro se originó el lunes al mediodía en la parte posterior del comercio. Las llamas comenzaron en un tubo de gas de 45 kilogramos que alimenta un horno y los tres masculinos que estaban en el lugar, el propietario de 40 años y los dos jóvenes empleados, quisieron sofocarlo por su cuenta y fueron alcanzados por el fuego que apagó una dotación de Bomberos Voluntarios a cargo de Héctor Keudell que llegó enseguida y lo hizo en escasos minutos.
Las víctimas fueron trasladadas en un auto particular al nosocomio local donde se constató la gravedad de las lesiones y aguardan ser trasladados a un centro de mayor complejidad.