Los hermanos Penduzzu se recuperan en el Hospital
En la casa de dos dormitorios, living, cocina, baño y patio que comparten los hermanos Piero y Graciano Penduzzu hubo algo que llamó la atención de los vecinos. Fueron ellos los que dieron aviso a los bomberos, que acudieron ayer a las 14.00 para derribar la puerta y rescatar con vida a los conocidos “tanos”.
Dormían la siesta. Uno en la habitación que da al frente; el otro, con algunas dolencias que desde hace un tiempo lo obligaron a abandonar el predio “El Sueño del Tano”, en elcuarto con dos camas individuales que da al patio.
Sin señales de problemas eléctricos y con el principal foco ígneo en una cama que quedó carbonizada junto a una silla de plástico, la familia comenzó a revisar y desechar desde una radio portátil a dos televisores que quedaron literalmente derretidos por la temperatura del fuego, que según presumen debe haber alcanzado el sector donde descansaba Graciano.
Lejos de los lamentos, los parientes y amigos destacaron: “Suerte que salieron con vida”, y pidieron que se agradezca a todos los que colaboraron, incluido un vecino que sufrió una quemadura en la mano mientras intentaba ayudar en el siniestro.
El último parte médico
Al cierre de esta edición, el Jefe de la Guardia de Emergencias actualizó el estado de salud de los hermanos y señaló que estaban “lúcidos y vigiles”.
“No quisimos estimularlos demasiado. Nos abocamos al tratamiento, darles oxígeno, que no se exciten, tranquilizarlos más que todo”, dijo el profesional y agregó que la evolución depende de la cantidad de combustible tóxico que hayan aspirado, porque las secuelas son diferentes para cada paciente.