Los desocupados
Estimada Lili:
Voy a aprovechar su amabilidad y el poder que tiene el medio de comunicación que usted tiene.
Tengo 45 años, 5 hijos; tres mayores y dos en edad escolar. No tengo trabajo desde hace mucho tiempo. Tengo habilidad para trabajar en herrería, albañilería, pintura, mecánica del automóvil. En fin, puedo hacer cualquier tipo de tarea de lo que denominamos changas, que generalmente es la salida laboral utilizada por los hombres que están desempleados como yo.
Por causa de la edad y por no tener estudios es casi imposible conseguir un empleo, sabemos también de la falta de empleos. ¿Es posible vivir de changas? Sí, pero existen algunos problemas con los que hacemos changas y son los siguientes:
Se pacta un precio para un trabajo, porque uno piensa que antes pasó un precio bajo para que no se pierda la posibilidad de ganar un peso; este es el primer problema, hay que trabajar barato.
El segundo viene al momento de cobrar, con suerte se cobra un porcentaje de lo pactado y el resto no lo pagan, total el trabajo ya está hecho.
La excusa utilizadas para no pagar son muchas, la más común es que le agreguen más trabajo al presupuesto pactado, entonces al no estar terminado, no pagan.
Algunos piensan que un desocupado tiene la obligación de trabajar casi gratis y que es lo mismo no pagar, total está desocupado y está adaptado a no tener dinero.
No se mucho más de lo que piensa aquel que da trabajo y no tiene intención de pagar. Es cierto que necesitamos trabajar, pero NO gratis.
Lo necesario es el dinero para vivir y, ante estos abusos, no hay defensa, hay que agachar la cabeza y resignarse. Somos estafados, humillados y encima tienes que escuchar decir “lo que pasa es que no quieren trabajar”. Es lo que dicen aquellos que no saben lo que se sufre por no tener trabajo, como si fuera que lo que sobra aquí en San Pedro son las oportunidades de trabajo.
Yo estoy de acuerdo en que hay gente que hace malos trabajos y se comportan indebidamente, pero que no se estafe a aquellas personas que cumplen y hacen bien las cosas. Este es mi pedido a todas las personas que utilizan el servicio de los desocupados, de un changarín. Sepan que causan mucho daño cuando no pagan y los daños son diversos, ya que el hombre sin trabajo pierde la dignidad, la autoestima. Los fracasos destruyen el alma del ser humano, se crea malestar social, se forman dos bandos, ellos contra nosotros. Lo ideal sería que no existieran estos bandos y que todos pudiéramos vivir en paz, haciendo bien la parte que nos toca, que se haga bien el trabajo y que se pague lo que corresponda.
Desde ya muchas gracias por publicar mi carta, por tomar amablemente parte de su tiempo. Saluda atte.
Oscar