Los delitos que no ven las cámaras de seguridad
Una evaluación efectuada por La Opinión, revela que un alto porcentaje de los hechos delictivos más graves acontecidos en la ciudad se producen fuera del radio que se monitorea. Sin poner en duda la efectividad del sistema la situación obliga a replantear recorridos de patrulleros y la cobertura que le da la policía a la ciudad.
Pesa a que la problemática de la seguridad es muy abarcativa, a la hora de buscarle una solución, la colocación de más cámaras de seguridad es una alternativa a la que habrá que hallarle soluciones para saber si resulta de ayuda ya que hasta ahora, sumando las que estaban, no se conoce con puntualidad la efectividad del sistema. Quizás sea muy temprano para hacer una evaluación del plan que se puso en marcha recientemente pero claro está que de haber existido, poco hubiera servido ya que un alto porcentaje de los hechos se registraron justamente lejos del ojo de las cámaras o donde ni siquiera se les puede seguir el rastro.
Créase o no, los últimos delitos perpetrados en la ciudad fueron cometidos fuera del radio de monitoreo. Esto obliga a las autoridades a considerar esta cuestión, a replantear el recorrido que habitualmente realizaban los móviles y la cobertura que se le da a la ciudad.
Osoooo….!!
Lamentablemente desde hace un tiempo existe un alto promedio del índice de delitos. En gran medida, la mayoría de los hechos graves registados en el casco urbano durante los últimos tres meses, no han sido esclarecidos. Quienes los cometieron se manejaron con cierta precisión para no ser reportados, algo que evidentemente consiguieron y hasta planearon.
Por supuesto que son muchos más los hechos advertidos pero con solo enumerar algunos de los más difundidos o al menos que aparecen en los partes de prensa que la policía emite diariamente, quedará en claro que a las cámaras les “pasan por al lado”.
El robo a la familia Oilher en la esquina de Belgrano y Lucio Mansilla, el de Ginart en San Martín y Socorro, otra familia de Salta 1280, la casa de Julio Alsogaray o el robo a Amílcar Alberghina en la calle Basabilvaso, la pareja que fue asaltada mientras dormía en Chivilcoy al 1600 o la casa atacada a balazos en la calle 41, entre Lavalle y Güemes, son los casos más significativos en cuanto a los movimientos de los ladrones por “fuera del sistema”.
A todos estos se les pueden agregar los ilícitos a diversas agencias de quinielas, en la calle Mitre al 3000, Lucio Mansilla y Bonorino, la de 11 de Septiembre y Dávila o la de 3 de Febrero y Socorro, por citar algunas; los robos a los clubes El Porvenir, Paraná, Independencia y Villa Igoillo; la verdulería de Mitre al 1300, o los robos acontecidos en las localidades, como el de la familia Coduri en Gobernador Castro, la familia Barboza en Santa Lucía o “Valdo” Parra en Río Tala.
Una mujer que reside en Ricardo Rojas al 1900 denunció que dos delincuentes se llevaron las herramientas de su esposo. También los constantes saqueos y destrozos en las escuelas, dos veces en La Tosquera, la Escuela 47 y la 11, por citar algunas; o el caso del joven agredido con un arma blanca en la esquina de Miguel Porta y Aulí, a quien por milímetros no degollaron.
Como para hacer un testeo de la ubicación de las cámaras y “el mapa del delito” que dibujan los propios delincuentes para esquivarlas, al sistema ya habilitado desde hace tres años se le sumaron las inauguradas hace dos semanas con el flamante centro de monitoreo.
El radio actual comprende a 11 de Septiembre y Saavedra; Balcarce y Belgrano; Peatonal del Centenario; 3 de Febrero y Rómulo Naón; 3 de Febrero y Joaquín V. González y Sarmiento y Caseros. Antes ya se habían colocado en Mitre y Juan B. Justo; Mitre y 3 de Febrero; Mitre y Saavedra; 11 de Septiembre y Ayacucho; 11 de Septiembre y Bozzano, y 11 de Septiembre y Martín Fierro.
En definitiva, si se hace una comparación entre los lugares señalados y los llamados puntos estratégicos, la mayoría de estos hechos fueron cometidos lejos del radio que abarcan las cámaras. Los delincuentes parecen tener bien dibujado el mapa para arremeter en lugares no vigilados por las patrullas.
Algunas veces sí, algunas veces no
Seguramente serán muchos los casos en donde el sistema ha sido efectivo pero uno de los actos más significativos en los que el sistema de seguridad por monitoreo dio resultados, fue cuando hubo que identificar a los vehículos involucrados en el caso del asesinato del policía Gabriel Reyna en el centro de la ciudad. Allí el aporte fue por demás de efectivo ya que sirvió para profundizar la investigación. Lo mismo sucedió cuando pudieron identificar un vehículo en el caso donde hay tres policías a punto de ser llevados a juicio.
Al contrario, el hecho donde los maleantes sortearon las cámaras de seguridad fue el del robo de la caja fuerte al Correo Argentino, acontecido el año 2013. Hecho del que aun hoy se desconocen detalles, pero lo más significativo fue que a pesar de lo importante que es la entidad no había cámaras en cercanías y los ladrones, que habrían utilizado al menos un vehículo para trasladar la caja fuerte, transitaron por diversas calles del centro hasta alejarse y las cámaras ya existentes no lo pudieron registrar porque no había ninguna en el camino que hicieron los delincuentes.