Los autos sampedrinos que persigue Arba
La Agencia de recaudación provincial publicó el listado de automóviles de alta gama pasibles de secuestro por deudas con el fisco. Figuran 49 radicados en San Pedro. Muchas camionetas, maquinarias rurales y camiones, autos importados y un Minicooper.
Tras la reforma del Código Fiscal bonaerense, Arba recuperó la potestad de secuestrar vehículos de contribuyentes que adeuden impuestos de automotor al fisco de la Provincia.
Entre los casi 8.000 vehículos que figuran en el listado que detalla marca, valuación del rodado, monto de la deuda y número de patente figuran 49 que tienen domicilio en San Pedro.
La agencia recaudadora provincial puede secuestrar automóviles cuya valuación supere los 60.000 pesos y tengan menos de cinco años de antigüedad, de aquellos contribuyentes que deban más del 10 por ciento del valor del auto o posean una mora superior al 30 por ciento de las cuotas impagas.
“Si los dueños de los autos tienen determinada cantidad de dinero para comprar vehículos de alta gama, también deben tener acceso a pagar sus respectivos impuestos”, fue la definición que dio el titular de Arba, Martín Di Bella cuando tuvo que defender la medida.
San Pedro
moroso
Los morosos de San Pedro suman unos 290.340 pesos por 49 vehículos cuya valuación según Arba, siempre menor a la de mercado, suma $ 8.660.054.
La mayoría corresponde a vehículos que ingresan en la categoría “de trabajo”, tales como camiones y tractores, aunque también hay suntuosos coches que llaman la atención de cualquiera que los ve pasar por las calles del centro.
Entre los automóviles de mayor valuación que aparecen en el listado hay un Volkswagen Vento 2.0 TDI valuado en 127.440 pesos que adeuda $ 4.636; un Honda CR-V EX TT, de $ 130.152 que debe 5.962; otro Honda, un CRV LX rural, de $ 101.442 cuya deuda asciende a 5.332.
Por debajo de los 100.000 pesos hay una pick up Toyota Hilux 4×4 C/D SRV 3.0 TDI de $ 90.000 que adeuda $ 2.936; un Seat León 2.0 TDI de $ 91.200 que debe $ 5.166; un Hyundai Tacson 2WD 2.0 CRDI de $ 87.700 que debe $ 5.387; una camioneta Jeep Grand Cherokee Limited TD TT de $ 89.300 cuya deuda asciende a $ 6.389; y un Honda Civic EXS de $ 70.200 con $ 2.765 de deuda.
Además de los detallados, la mayoría importados, hay Varios Citroën C4, Volskwagen Bora, Toyota Corolla, Citroën Xsara Picasso, otros Volkswagen Vento, Ford Ecosport, Ford Ranger, Peugeot 307, entre otros.
La estrella del listado es un Minicooper S tres puertas valuado por Arba en 101.442 pesos y que debe $ 11.375, siendo el segundo mayor deudor de la lista, debajo de un camión Mercedes Benz Atego 1725 que debe $ 11.755 y que está valuado en $ 208.600.
El vehículo más caro que aparece entre los pasibles de secuestro es un camión Renault Premium 440 DXI TC que vale $ 470.600 y debe $ 5.404.
Entre los considerados “herramientas de trabajo” aparecen varios tractores de carretera Mercedes Benz LS 1634, valuados en 314.200 pesos y que deben $ 7.346 cada uno, dos de los cuales tienen patentes con números seguidos; hay tres más que tienen también números continuos. Los tractores como ese son doce en total y todos deben aproximadamente lo mismo.
Saldar la deuda
Tras la publicación efectuada la semana pasada, Arba otorgó diez días de plazo para que aquellos que aparecen en el listado se pongan en contacto con la agencia de recaudación para regularizar su situación.
En el caso de que no se hayan puesto en contacto dentro de ese plazo, el organismo de recaudación procederá a secuestrar los vehículos. Si se produce el secuestro, el deudor tendrá un máximo de cuatro horas para abonar el 50 por ciento de la deuda y firmar un compromiso de pago para saldar el resto dentro de los quince días subsiguientes.
Morosos morados
El listado publicado por Arba da cuenta de que en la provincia y en San Pedro nadie se pone colorado a la hora de circular por las calles con el brazo estirado sobre volantes de lujo, mentón hacia arriba, mientras los sobres con las facturas por abonar descansan en algún rincón escondido de la casa, a la espera de que aquel que decidió gastar una considerable suma en un vehículo se digne pagar por ello lo que le corresponde. La mala cultura tributaria argentina se repite en todos los ámbitos y, como puede verse en la lista, el parque automotor muestra señales de que la costumbre de no aportar al fisco –a las arcas del Estado al que luego se le reclama, por ejemplo, obras o seguridad– que existe en muchos ámbitos está también presente entre quienes pueden adquirir vehículos de alta gama.