Los $ 96 mil por concejal significan un aumento de casi 150 % en tres años
La diferencia con los trabajadores es importante: los básicos de los empleados apenas llegaron al 100 por ciento de aumento desde enero de 2016 hasta ahora. En el Ejecutivo, los incrementos del intendente y los funcionarios también fueron ampliamente superiores a los de los trabajadores. El “ajuste de la política” no existe en San Pedro, donde los sueldos crecieron más que los básicos.
La Opinión reveló en su tapa de la semana pasada que los concejales costarán al pueblo, según el anteproyecto de presupuesto del Concejo Deliberante aprobado en la última sesión, casi 96 mil pesos por mes, promedio, cada uno.
Ese cálculo fue explicado en esa ocasión, pero los debates ulteriores en redes sociales, pasillos varios y hasta en otros medios de comunicación ameritan que se repita: el presupuesto aprobado fue de 33,5 millones, calculado según la suma de las dietas, cargas sociales y toda otra bonificación que cobran los ediles más el 50 por ciento. Es decir, el costo total de los 18 concejales es de casi 22,5 millones, que dividido 13 –se cuenta también el mes de aguinaldo– y dividido 18 da como resultado 95.758, el costo promedio de cada edil.
La aclaración es válida: ni mentira ni posverdad; datos puros y duros. Los hechos son sagrados; las opiniones, todas libres.
Para esta edición, este medio calculó cuánto fue el aumento de sueldo de los concejales en los últimos tres años, los de la gestión Cambiemos. También hizo el cálculo para el salario del intendente y de los funcionarios. Luego comparó con los haberes de un empleado municipal. La conclusión de los números que siguen es que a San Pedro el ajuste de la política no sólo nunca llegó sino que todo lo que sucedió provocó lo contrario: los políticos obtuvieron aumentos que van del 148 al 265 por ciento; los trabajadores, entre el 77 y el 106 por ciento.
Los concejales, porque fueron el tema de la semana, serán los primeros de este análisis. Según su anteproyecto de presupuesto para 2016, el total de las dietas costaba en enero de ese año un promedio de 38.600 pesos. Ahora, ese monto es de 96.000. La diferencia es del orden del 148 por ciento. Ese fue el aumento de sueldo para los ediles en estos dos años y nueve meses.
El de los trabajadores apenas llega al 100 por ciento. Un técnico de primera categoría, jefe de departamento con 48 horas, tenía en enero de 2016 un básico de 13.380,72 pesos. Ahora, con el 8 por ciento que lograron de aumento, llegó en la última liquidación a 27.670,17 pesos. Siempre de básico y en bruto. La diferencia es de 106 por ciento.
Un administrativo oficial de segunda logró en estos casi tres años un aumento de sueldo del 98,6 por ciento. Su básico pasó de 10.610 pesos a 21.083.
El salario básico más bajo posible de un empleado municipal, que es el de un ingresante con 30 horas semanales, asciende hoy a 8.844 pesos. Su aumento fue de alrededor de 77 por ciento.
La diferencia con los concejales es clara: mientras los trabajadores obtuvieron entre 77 y 100 por ciento de aumento, los ediles casi 150. La distancia es mayor, sobre todo porque unos cobran tres veces y medio más que otros.
En el Ejecutivo también hay diferencias entre políticos y empleados. Las responsabilidades son distintas, claro está, por eso los sueldos son más altos entre los funcionarios. Lo que no se explica, en tiempos de “ajuste de la política”, es que sus aumentos hayan sido mayores.
La última liquidación de sueldos, que incluye el 8 por ciento de aumento que lograron los trabajadores en la discusión paritaria del mes pasado, indica que el bruto del intendente fue de 262.558,51 pesos, de los que percibió en mano $ 150.888,68.
En enero de 2016, y a raíz de un decreto que redujo su sueldo a la mitad -aunque luego tuvo que reponer el total, porque así lo establece la ley-, el bruto fue de $ 71.918. La diferencia es, en casi tres años, de más de 191.000 pesos y representa un incremento del 265 por ciento. Por ley, su básico debería haber sido de poco más de 103.000 pesos. La diferencia legal, entonces, es de alrededor del 155 por ciento.
Cuando comenzó el gobierno de Salazar, además del gesto de cobrar la mitad del sueldo que le correspondía, el intendente decidió reducir y congelar los salarios de los funcionarios del gabinete. Duró seis meses, tiempo en el que estuvo vigente la “emergencia económica”.
En ese entonces, los secretarios tenían un sueldo bruto de 24.630 pesos. Según la última liquidación, fue de $ 72.887,36. Es decir que recibieron un incremento, desde entonces, de 196 por ciento.
Los directores tenían un bruto de 18.500 pesos en enero de 2016. Para la última liquidación, su salario fue de $ 54.746,90. La diferencia da cuentas, también, de un incremento del orden del 196 por ciento.