A los 82 años, murió el escritor Abelardo Castillo
Castillo, que se consideraba sampedrino por haber pasado su infancia y adolescencia en la ciudad, murió este martes por la mañana. Maestro del cuento, también fue autor de novelas y obras de teatro. Personalidades del arte y la cultura local sumaron sus condolencias.
Este martes falleció en Buenos Aires el escritor Abelardo Castillo, tal vez el más grande de los autores argentinos que permanecían activos en la literatura del país. Tenía 82 años y murió a raíz de una infección intestinal que padeció tras una intervención quirúrgica.
Considerado un verdadero maestro por sus pares, la crítica y el público, Castillo atravesó todos los géneros literarios con gran destreza. El cuento, sin embargo, fue la forma en la que su talento descolló.
“Escribe cuentos, es decir sistemas cerrados, y no meros relatos en los que habitualmente no se pasa del recorte arbitrario de una situación sin esa tensión que le da al cuentosu valor de trampolín psíquico”, dijo sobre él Julio Cortázar.
En los años 60 publicó sus primeros escritos. Las otras puertas fue su primer libro, publicado tras ganar un concurso con el relato “Volvedor”, cuyo jurado eran nada menos que Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares. Ya había fundado la revista El grillo de papel. Luego haría lo propio con El escarabajo de oro y El ornitorrinco, que ganaron un lugar de privilegio en la historia de la difusión literaria en el país. La última de ellas, publicada durante la última dictadura cívico militar, albergó a decenas de autores.
Abelardo Castillo era un maestro de la forma y un obsesivo de la corrección, al punto de frenar las impresiones de sus libros para cambiar una palabra o mejorar una frase. Su influencia en la literatura nacional es inabarcable.
Hijo de este pueblo
Castillo era sampedrino. Si bien no había nacido en la ciudad, había vivido aquí junto a su padre entre los 9 y los 18 años. Los años de la infancia y la adolescencia marcaron su vida de manera tal que él mismo siempre eligió considerarse sampedrino.
Eximio jugador de ajedrez y aficionado al boxeo, en muchos de sus relatos —que pueden leerse un volumen de Cuentos Completos publicado por Alfaguara— aparecen imágenes, historias, personajes y lugares de San Pedro. En 2014 publicó sus Diarios, que dan cuenta del vínculo que tenía con la ciudad.
Con su esposa, la también escritora y crítica Sylvia Iparraguirre, habitaban una casa en el club Los Andes, entre cuyas paredes se tejieron diversas historias que fueron volcadas al papel. En 2015, cuando se fundó la Biblioteca Itinerante Roberto Arlt, él prefirió que la sede que albergaría ese proyecto no llevara su nombre.
“Considero que hay otros nombres sampedrinos más justos que el mío para bautizar a una Biblioteca Municipal, nombres como el de Aníbal de Antón, Ernesto L. Castro, Pedro Suñer o Fernando García Curten. Yo incluso, hubiera propuesto el de un hombre que no se dedicó al arte o a la literatura, pero que inculcó en todos nosotros el amor por nuestro idioma y por los libros, me refiero al profesor Rodolfo Constantín”, dijo Castillo en boca de Iparraguirre cuando se anunció la creación de la biblioteca en octubre de 2015. “Día de despedida para un gran escritor, pero sobre todo buena persona. Abrazamos a la distancia a Sylvia y su familia”: así expresó sus condolencias la institución que continúa en plena formación, apadrinada por la esposa de Castillo.
La histórica librería Leder Kremer, cuando cambió de manos, pasó a llamarse “Abelardo” en su homenaje.
“¿Fuiste al velatorio o al sepelio de tu madre?”, le preguntó Hugo Beccacece para La Nación cuando publica el primer volumen de Diarios. Castillo responde: “No. Tampoco fui al sepelio de mi padre ni al de Marechal. Que los muertos entierren a los muertos. En general, no voy a esos lugares. Prefiero imaginarme viva a la gente”.
El adiós de Fernando y Chichí
“Con dolor inmenso compartimos esta noticia. Sylvia querida: Fernando y yo te abrazamos”, escribió Susana “Chichí” Tosso en su muro de Facebook. “La Casa Museo Fernando García Curten y el Taller de las Artes despiden, con infinito dolor, al maestro, al hermano, al amigo”. El taller permaneció cerrado ayer y este miércoles continuará el duelo.