El básquet de San Pedro recuperó a una de sus figuras, para muchos la más importante sin tener en cuenta a Diego Maggi quien no nació en la ciudad, con el regreso de Martín Fernández a Náutico después de casi cinco años porque su último partido fue el 17 de mayo de 2014 en Escobar ante Sportivo. Esa noche, en su, sin saberlo, última función porque sufrió una lesión en una de sus rodillas que no le permitió volver, fue el goleador con 25 puntos y figura del elenco dirigido por Marcelo Duffy que se impuso 83 a 80 a un rival muy poderoso y significó una de las victorias más importantes del club en la liga.
Fernández empezó a entrenar con el plantel dirigido por Martín Gálvez hace poco más de dos semanas de cara al inicio del certamen de la división B de la ABZC a principios de abril. A sus 44 años, le volvieron las ganas de competir oficialmente y su condición física no le será impedimento porque, a pesar de no estar en actividad, nunca dejó de ejercitarse.
Su incorporación es más que relevante para un plantel que mantuvo la base del 2018 con Joaquín Gómez, Maximiliano Lococo, Rodrigo Bravo, Fausto Segalat, Emir Diamante, Matías Machicote, Federico Parra y Nicolás Valentini y tiene como objetivo lograr el ansiado ascenso a la A que consiguió en 2015 pero no ejecutó y se le negó en las últimas tres temporadas.
Fernández fue uno de los pocos basquetbolistas locales que jugó en la Liga Nacional A donde fue campeón con Peñarol de Mar del Plata en la temporada 1993/94 en un equipo que marcó una época en el básquet argentino con Néstor García de entrenador y jugadores como Marcelo Richotti, Ariel Bernardini, Esteban De la Fuente y Maggi.
Dos torneos después estableció el récord de haber convertido el lanzamiento de mayor distancia cuando el 29 de setiembre de 1995 en el Polideportivo Islas Malvinas en el triunfo 105 a 85 frente a Andino de La Rioja, conjunto en el que esa jornada debutó profesionalmente un tal Emanuel Ginóbili, tomó el balón a 24 metros del aro (el rectángulo de juego tiene como máximo 28 de largo) a falta de un segundo para concluir el primer tiempo, tiró, la pelota rebotó en el tablero e ingresó. La ejecución del joven de 20 años entró en la historia y aun mantiene su vigencia. En el certamen el nacido en San Pedro jugó 45 partidos en los que anotó cien puntos y dio 34 asistencias.
Aunque se creyó que su carrera concluyó en 2014 con la camiseta del Celeste (había regresado en 2012 pero no jugó al siguiente año), Martín encendió otra vez su fuego, redobló la apuesta y con poco más de cuatro décadas en sus espaldas volverá a desparramar su talento en el gimnasio José Geoghegan, el mismo que lo vio partir y, en unos días, regresar.