“Lo vi entrar al agua, hundirse de trompa y desaparecer”
Diego Canosa, el joven turista que había llegado con un amigo a pescar, pudo recuperar su Fiat 147 que resbaló y se hundió en el río, el domingo a la mañana. Es sobrino de la concejal Marta Invernizzi y viene al menos una vez por mes a pasar un fin de semana a San Pedro. “Lo triste es que dentro de 15 días tengo que entregarlo en parte de pago por otro auto”, explicó a este medio.
Dos turistas que llegaron el sábado a la noche para pescar en la zona del puerto, protagonizaron un hecho insólito porque el automóvil Fiat 147 en el que viajaban, cayó en el río sin que pudieran evitarlo.
El suceso tuvo lugar en la mañana del domingo, alrededor de las ocho, y demandó la intervención de efectivos de la Subprefectura San Pedro y del cuerpo de Bomberos Voluntarios que finalmente pudieron rescatar el rodado.
“Llegamos el sábado a la noche, estuvimos pescando hasta las seis de la mañana, y nos acostamos a dormir un rato. Como a las ocho y media nos levantamos y unos minutos después mi amigo fue a cambiarse adentro del auto, pero como estaba cerrado me pidió las llaves. En ese momento se desbarrancó y lo vi pasar hasta el río…”, relató Diego Canosa de 30 años, propietario del Fiat.
El joven oriundo del barrio porteño de Villa del Parque y que se dedica a la venta de perfumes importados, explicó que en ese momento, “yo estaba preparando la caña, y lo vimos entrar al agua, hundirse de trompa y desaparecer. Los primeros cinco minutos no sabía qué hacer, teníamos todo adentro, queríamos aunque sea sacar los documentos”.
Muchas personas que se encontraban en el lugar, fueron testigos del insólito hecho, que se habría producido porque el terreno en el que estaba estacionado el vehículo –a unos 15 metros de distancia de la orilla del río- se encontraba húmedo y resbaladizo. “Estaba el terreno muy blando y como estuvo horas parado ahí fue cediendo. Por más que estaba con el cambio puesto, al desplazarse un poco, las ruedas giraron igual…”, argumentó Canosa.
El joven se dirigió entonces a pedir ayuda al puesto de Subprefectura, y poco después llegaron buzos y un móvil del cuerpo de Bomberos Voluntarios con el que pudieron llevar a cabo el rescate. El primer paso fue ingresar al agua para colocar un cable por debajo del tren delantero del vehículo, y luego lo ataron en el malacate de la unidad de Bomberos.
“Después tuvimos que desarmar todo el auto para trasladarlo. Le sacamos la batería para evitar peligros. Mi hermano y mi cuñado vinieron en un Fiat Uno y lo llevamos de remolque a Buenos Aires”, relató el dueño.
Sobrino de una concejal
Canosa comentó a este medio que conoce mucho San Pedro y que suele venir a pasar un fin de semana por lo menos una vez al mes. “Estuve hace quince días”, explicó. Además, en la ciudad cuenta con familiares porque es sobrino de la concejal Marta Invernizzi, aunque este fin de semana no había tomado contacto con ellos porque llegó con su amigo Claudio Williman de 25 años, con la única intención de pasar un día de pesca.
“Desde que nací vengo a San Pedro, pero esta vez vinimos a despejarnos porque hace unos días un amigo nuestro había fallecido atropellado por un camión”, relató Canosa.
Por supuesto, el auto terminó en un lavadero de Capital Federal para una limpieza profunda y luego sería analizado por un tallerista para que su dueño constate cuáles son los daños.
“Lo triste es que dentro de 15 días lo tengo que entregar como parte de pago para comprar otro”, sintetizó el damnificado que adquirió recientemente un Corsa y por supuesto aguarda ansioso contar con su nuevo vehículo.