Los sacerdotes católicos identificados como Grupo de Curas en la Opción por los Pobres formularon un mensaje con motivo de las elecciones legislativas del próximo 27 de octubre. Me he permitido resumir y sintetizar el pensamiento de estos curitas villeros, sin peligro de distorsionar o tergiversar sus ideas. Respetando sus propias palabras y su raciocinio, y limitándome a subrayar y poner en negrito lo que constituye el eje fundamental de su pensamiento.
“En política se eligen ‘proyectos’, es decir, propuestas del país que queremos y los medios para lograrlo”. Hay dos tipos de proyectos: “El que pretende ser cada vez más inclusivo, en el que los pobres sean no solamente destinatarios de buenas políticas, sino verdaderos protagonistas. O proyectos basados en el liberalismo económico que acentúan el individualismo y la primacía de la ganancia personal”. Concluyen que hay que fijar la mirada “en proyectos colectivos e inclusivos, con fuerte presencia del Estado como garante de lo público y regulador de la igualdad de oportunidades ya que la propiedad privada no es un dogma intocable, debe tener un sano límite impuesto por la necesidad de todos”. Recuerdan “las consecuencias funestas del neoliberalismo de los ’90, y alertan ante los intentos visibles o encubiertos que pretenden que volvamos a esa “noche oscura”. Piden memoria para recordar cómo ese proyecto “hundió el país y provocó hambre, desocupación, injusticia, desigualdades y muerte”. Reconocen logros en nuestro momento presente, como “la recuperación de la producción y el empleo, el mejoramiento de los principales indicadores sociales; la discusión del salario en paritarias; la Asignación Universal por Hijo y madres embarazadas; el plan Conectar Igualdad y el plan Pro.Cre.Ar.; una más justa movilidad jubilatoria y la recuperación de la jubilación solidaria; la importancia que las escuelas primarias y secundarias tienen a lo largo y ancho del país: en diez años se sextuplicó el presupuesto educativo y se crearon nueve universidades públicas y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; la mayor presencia del Estado en inversiones para beneficio público y control de la actividad privada o en la reestatización de algunos servicios.” Deben admitir “la desvalorización del poder adquisitivo del salario afectado por la inflación y la necesidad de una más justa distribución de la renta y la movilidad social ascendente que siga disminuyendo los niveles de pobreza; la incidencia negativa del empleo no registrado, aun cuando se ha reducido, el acceso a la vivienda y la tierra como derechos constitucionales por encima de las imposiciones del mercado”.
Hay candidatos que son en realidad “globos inflados sin sustancia o sin proyecto visible y público” Por eso recomiendan “escuchar propuestas y no slogans pegadizos y agradables a los oídos, pero vacíos de contenido, como cuando se habla livianamente de la ‘inseguridad’ o de ‘la plata de los jubilados’”.
Existe corrupción y “se debe trabajar para erradicarlas, pero no podemos caer en la tentación –inducida por muchos – de desestimar el decisivo valor de la política como herramienta necesaria para construir futuro. Si se imponen conceptos (con cierto fundamento en la realidad pero superficiales) tales como “los políticos son todos corruptos”, estaremos abonando el terreno para las ideas autoritarias, economicistas, antipopulares y antidemocráticas”.
Que cada uno saque sus propias conclusiones. Estos curas comprometidos con su rebaño han cumplido su función profética de iluminar el presente con los principios en los que creen. Más solidaridad y menos individualismo. Más honestidad y menos “chantice”. Más respeto y menos manoseo. Más verdad y menos mentiras. Más ideas, principios, y menos marketing.
Eduardo Flores
DNI 4.685.785
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