Lo que 2022 nos dejó: “La auxiliar más elegante”
Para despedir el año que pasó y recibir el 2023, compartimos estas historias de vecinos e ideas que nos enorgullecen e inspiran. Cada una de ellas formó parte de las ediciones de La Guía Club, nuestra única publicación impresa luego de que La Opinión Semanario dejara de salir cada miércoles. Brindamos por los suscriptores que nos acompañaron este 2022.
Así la describieron en los más de 200 comentarios que cosechó en redes sociales la foto de su cumpleaños número 90. Coqueta, atenta, amorosa. Entre los saludos, hubo compañeras de trabajo, niños a los que saludaba cada mañana, padres que le agradecieron el cariño, vecinos, familiares.
Teresa Ligorria de Cao recibió a Juanita Lafalce en el móvil de Sin Galera, el programa de Lilí Berardi, el sábado posterior a su cumpleaños. El 22 de junio de 2022, cumplió 90 años y los celebró con amigas. Sus nietos y bisnietos enviaron la foto a La Opinión y su publicación estalló en las redes. ¿Quién es esta mujer tan querida?
Teresa Ligorria nació en Rosario en 1932. En la década del 50, su familia se radicó en San Pedro. Tenían un negocio, el recordado supermercado El Rosarino. “Pasaron los años y nos fue muy bien. Después arranqué a trabajar con el Dr. Kaiser en la Clínica San Pedro, y luego me llegó el nombramiento de auxiliar”, rememoró Teresa. Años después logró titularizar: desde 1974 hasta que se jubiló, ocupó el cargo de auxiliar en el Jardín 901, en la Escuela Normal.
“Muchos años de maestras maravillosas, mis compañeras, las directoras, la comisión cooperadora, los papás de los nenes, los nenes un encanto. La verdad que hasta ahora paso y me dan ganas de volver, no tener 50 años menos y poder volver”, explicó entre risas, y se llevó las manos al pecho para afirmar: “Fue lo mejor de mi vida”.
Teresa atesora todo en cuadernos. Mensajes de sus excompañeras; sus calificaciones como auxiliar en las que sobran las palabras “distinguida” y “sobresaliente”; incontables fotografías en el patio del jardín con el personal docente: hileras de rostros sonrientes con impecables guardapolvos a cuadrillé. Hojear esos tesoros de Teresa es escuchar el rumor de infancia del jardín, el griterío del patio, las voces de los niños “que hoy son grandes, que son papás”, sonidos y pequeñas caras que ella recuerda todos los días de su vida.
“Si hablamos de eficiencia, responsabilidad, generosidad y buena persona estamos diciendo: Sra Teresa. Excelente puntualidad y asistencia”, dice, por ejemplo, el saludo de Silvia Actis, vicedirectora del jardín, con motivo de su jubilación como auxiliar.
Teresa Ligorria de Cao tuvo tres hijos, dos varones y una nena. Uno de ellos falleció a los 20 años en el ejército. Hoy, quien la acompaña siempre es uno de sus hijos: “Me ayuda mucho, me da muchas ganas de vivir. Yo soy creyente, y después de las cosas que me pasaron, nunca renegué contra Dios, ni contra nadie, porque Dios sabe lo que hace”, aseguró.
Ante la pregunta de si se imaginaba llegar a los 90, dijo: “¡Ni remotamente! Estoy perfecta, lavo, plancho, cocino, hago las cosas de mi casa, salgo a pasear, me trato con mis compañeras de antes. Algunas ya no están, y que Dios las tenga en la gloria”.
Cuando habla de su vida, asegura estar conforme. “Creo que me faltan cosas por hacer. Todos tenemos una misión en la vida y yo creo que la mía todavía no se terminó. No sé si será mañana, el año que viene, cuándo me tocará partir al cielo, o dónde voy a ir. Pero estoy feliz. En fin, gracias a todos, quiero agradecer tanto este saludo”, dijo.
Por último, dejó su mensaje para la juventud. Pidió a los chicos que disfruten, que estudien y se quieran: “Yo recuerdo a tantos jóvenes que me encontraba en la calle, que me han ido a buscar cuando estuve tan enferma, que me ayudaban a cruzar la calle, me daban la mano. ¡Bendita sea la juventud! Yo los adoro, y les digo: fuerza, estudien, ámense los unos a los otros”.
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