“Lo llevamos y nunca más lo sacamos”
Eso relató el medio hermano de Ramón Adrián Pérez, quien encontró la muerte tras permanecer sin la debida atención en el Hospital. Tenía 15 años y su familia, busca explicaciones.
La muerte del joven Ramón Adrián Pérez, aún no tiene explicaciones para su familia. El joven de sólo 15 años, falleció la semana pasada en el Hospital.
Su medio hermano, Juan Ángel Pérez, habló con La Opinión y relató, como se desencadenaron los sucesos.
“Comenzó en la madrugada del sábado 11 de Agosto con un dolor abdominal. En principio el médico nos dijo que era apéndice. Le hicieron análisis, le hicieron estudios y en los resultados salió que tenía diabetes. Algo que él nunca había tenido, ni siquiera síntomas. Y nosotros ninguno somos diabéticos. Le hicieron estudios, y más estudios, y nada”.
“Lo internaron el sábado a las 9 de la mañana. A lo último le hicieron un estudio porque como no le encontraban nada, nosotros le pedíamos al doctor que le haga una ecografía. Nos dice, no, ecografía le hago mayormente a las mujeres, a los varones no.
Tras insistir, por los graves dolores que padecía, Juan Ángel contó: “Cuando lo llevaron a hacer la ecografía se hinchó todo, ahí fue cuando se le reventó el intestino y le hacen la ecografía. Ahí se vio todo. Estaba todo roto había que operarlo y eso que le reventó le produjo la gangrena en el acto, adentro de él. Lo operaron y le sacaron 6 metros de intestino delgado y grueso, y el lunes el doctor le dice que la gangrena seguía avanzando y lo vuelve a operar a la mañana. Pero ya era tarde, el martes a las 7 de la tarde, se murió”.
La familia fue a pedir explicaciones, todo indicaba que el fin de semana, la ausencia de los médicos que debían intervenirlo fue decisiva. Por ello preguntaron “por qué no le habían hecho los estudios. Allí salió Plana, y nos dice, ¿que están buscando? ¿culpables? medio prepotente. Yo le dije, no busco culpables. Sí, parece que estás buscando culpables, me dice”.
“Hay otro cirujando que intervino y nosotros nunca pudimos dar con él, ni saber quien era. Ese nunca dio la cara. Ese es el que queremos encontrar porque en la operación estuvieron discutiendo por alguna medida a tomar. Nosotros lo supimos de muy buena fuente que durante la operación se peleaban”.
“Todavía seguimos buscando explicaciones, el director del hospital nunca nos atendió. Fuimos, pero siempre estaba en una reunión y no nos podía atender”.
Las últimas actividades de Ramón
Ramón Adrián Pérez, tenía 15 años e iba a la Escuela Nº 4. “Cuando era chico había tenido un problema en las piernas, medio como parálisis, pero se recuperó”.
“Ese viernes había jugado al fútbol y anduvo en bicicleta. No jugaba en ningún club, lo hacía tipo potrero. El viernes se quedó toda la noche mirando televisión con el hermano, y tomando mate”.
“A la madrugada se descompuso, dijo que le dolía el costado, lo llevamos y nunca más lo sacamos”.
“Son 8 hermanos. Yo soy primo, pero me siento su hermano porque me crié con ellos”. “El médico nos mostró todos los estudios. Pero cuando le pedimos un calmante, el sábado porque se retorcía del dolor, las enfermeras decían que no tenían orden de nada, el médico dice que sí”, agregó.
“Hay una radiografía con unas manchitas en el abdomen y el Dr. me dijo que eran gases. En la siguiente ya estaba todo oscuro”.
Los datos
Según fuentes confiables, el verdadero motivo por el cual, el joven Pérez no recibió la atención ni los estudios apropiados obedece a la actitud que algunos profesionales sostienen durante los fines de semana. Una vez pasada la guardia, “el hospital es tierra de nadie, los sábados y los domingos”. El personal de enfermería “tiene miedo de llamar a los médicos de guardia pasiva porque se enojan” y “nunca medica por su cuenta”. Testigos presenciales, indican que pasaron siete horas de dolores insoportables hasta que recibió una primera visita del cirujano, que se retiró para volver recién el día lunes. Seguramente, será motivo de nuevo debate, lo que verdaderamente sucedió para que se apliquen las sanciones, pese a que los facultativos digan que de todos modos, su muerte era inevitable.