Un conocido viverista regresaba en su vehículo a su domicilio sobre Ruta 1001, Km 5,5 cuando fue sorprendido por tres encapuchados armados. Lo mantuvieron de rehén durante más de dos horas, encerrado en el baño, tras hacerlo recorrer la propiedad que “parecía que le cayó una bomba”, dijo uno de los testigos que lo ayudó a recuperarse tras el calvario que soportó cuando los delincuentes lo rociaron con nafta y lo amenazaron con prenderlo fuego.
La misma persona señaló a La Opinión que la víctima fue divisada por personal de seguridad que custodiaba la casa de un vecino cuando alrededor de las 21.30 horas observó “un bulto” que se movía. Cuando posó la luz de su linterna sobre el sector, advirtió que se trataba de un hombre que se desplazaba en “salto de rana” hacia su tranquera. De inmediato acudió en su auxilio y junto a un compañero de trabajo logró liberarlo. Cuando escuchó el relato de lo sucedido lo asoció a otros dos episodios con modalidades parecidas perpetrados en el mismo barrio.
Mientras colaboraban con la víctima de 61 años pasó una patrulla rural que pese a las señales de luces con las que intentaron llamar la atención siguió su marcha sin advertir lo que sucedía en la casa donde había tenido lugar el asalto y la privación ilegítima de la libertad. En ese panorama decidieron llamar directamente a la policía local que llegó con un patrullero y los agentes encargados de los peritajes.En el caso, interviene la Fiscalía Nº 11, a cargo de la Doctora Viviana Ramos.