Lo asaltaron, lo apuñalaron y… nada
El hecho pasó prácticamente inadvertido para la policía y la Justicia. El joven trabajador de 33 años continúa internado en la Clínica San Pedro luego de permanecer varios días con pronóstico reservado y riesgo de vida.
Un camionero que desde hacía cuatro días residía en San Pedro fue asaltado y herido gravemente en plena vía pública. Increíblemente, el hecho pasó inadvertido y fue caratulado como robo y lesiones leves. El delincuente utilizó un cuchillo tipo Rambo y la puñalada le fracturó dos costillas, le dañó el pulmón y riñón, y tras ser intervenido quirúrgicamente le extirparon el bazo sanguíneo.
Las crónicas policiales indicaban un robo y heridas leves, algo que no llamó la atención porque se ha transformado en uno de los ilícitos más comunes en los últimos tiempos en nuestra ciudad. Lejos estaba de describir un acto de características graves, un hecho que se produjo en plena vía pública el día 2 de este mes y por el que aún no hay respuestas por parte de la Justicia.
El hecho puso al borde de la muerte a este joven trabajador que había salido a comprar su comida y por milímetros no se transformó en una tragedia.
Algo más que un robo
Juan Zitterckoff es un camionero de 33 años que había llegado a la ciudad hacía cuatro días. Se trata de un joven oriundo de Florencio Varela, quien se desempeña en la empresa Marín, la misma que está a cargo de las obras del nuevo acceso al puerto local. “Mirá que en Florencio Varela pasan cosas, pero nunca me pasó nada. Acá llegué y a los cuatro días me pasa esto”, destacó el joven.
“Yo llegué a San Pedro para quedarme a vivir mientras duren los trabajos. La empresa nos consiguió unos departamentos que están en Rómulo Naón e Hipólito Yrigoyen”, dijo el trabajador. “Como todos los días, llego, me baño y me voy a hacer las compras para la cena. Eran como las 20.30 más o menos y me fui para el supermercado Mil Uno. Compré, y cuando venía caminando por la calle San Martín, un poquito más allá de Joaquín V. González, observo que se cruza de vereda un joven que se cubría el rostro con una capucha y me dice ‘¡Eh amigo!’. Se me acerca y me pide la plata, ahí yo reacciono, le pego con la bolsa de papas que llevaba y él se me tira arriba y veo que me pega como una piña. Cuando retira la mano observo que tenía un cuchillo tipo Rambo. Me levanto la remera y veo que me sangraba. Ahí salgo corriendo en sentido al supermercado porque un compañero de trabajo que además es mi primo vive por ahí. Hago unas cuadras y me caigo, entonces aparece una persona que me preguntó que había pasado, le conté y logré llamar a mi primo que vino enseguida”, expresó Zitterckoff.
“La verdad que le voy a estar agradecido toda la vida al Dr. Saverio Gutiérrez, porque fue él quien me auxilió y llamó a la ambulancia y la policía. Enseguida llegaron como cinco patrulleros, pero no sé qué hacían, porque en vez de ir a buscar al ladrón se quedaban todos ahí”, relató.
La puñalada impactó sobre el sector frente costal, le fracturó dos costillas, afectando también el pulmón y riñones. El joven fue operado de urgencia en el Hospital local, donde se le extirpó el bazo sanguíneo y permaneció en terapia intensiva unos cinco días. La semana pasada, por cuestiones burocráticas, fue trasladado a una sala común de la Clínica San Pedro, y allí permanece junto a un familiar.
“Recuerdo que era un chico de unos 22 años y todo de negro”, describió y agregó: “Después de la operación me vieron dos policías que me preguntaron y me tomaron datos, pero después nadie regresó, ni de la Comisaría, ni de la Fiscalía, y lo que me pasó a mi fue gravísimo, porque además me robó los 300 pesos que llevaba en el bolsillo. Es más en un diario pusieron que eran lesiones leves” dijo entre risas. “Hace catorce días que me pasó esto y no sé hasta cuando voy a estar así”, señaló.