Litoral Gas respondió el pedido de informe de Defensa al Consumidor
En una actuación de oficio, ya que ningún usuario realizó el reclamo en la Oficina de Defensa del Consumidor, la coordinadora ejecutiva del área, Sabrina Utreras Montes, solicitó el pasado 8 de enero una respuesta por parte de la empresa Litoral Gas S.A. a los distintos planteos que envió por escrito, luego de que la ciudad amaneciera invadida por un fuerte “olor” a gas.
El documento exigía principalmente informar en un plazo de 48 horas el motivo del inconveniente, zonas afectadas, usuarios involucrados, posibles consecuencias, tiempo de resolución, cantidad de reclamos recibidos y el tipo de resarcimiento previsto para los usuarios afectados.
La respuesta llegó el pasado 10 de enero. El texto, firmado por la Ingeniera Viviana Leegstra, gerente técnico de Litoral Gas, explica que el motivo del nauseabundo olor fue un volumen de gas natural con un elevado nivel de odorización y esto produjo que se percibiera el “olor” del gas en niveles más intensos.
Según informó la empresa el inconveniente fue resuelto definitivamente ese mismo día, pudiendo atenderse todos los reclamos recibidos. Sobre un eventual resarcimiento a los usuarios afectados, la empresa respondió de manera indirecta: “La situación planteada no alteró en ningún momento la calidad del servicio prestado”, lo cual a priori puede analizarse como un error, ya que durante varias horas los vecinos tuvieron que cortar el suministro de gas por precaución o por las tareas que la empresa realizara en su domicilio.
Desde la oficina de Defensa al Consumidor estiman que el próximo paso será solicitar un informe detallado acerca de la cantidad de usuarios que realizaron reclamos para poder comenzar a hacer un relevamiento de los inconvenientes que produjo el exceso de odorizante en el gas.
El documento en ningún momento expresa la existencia de posibles fugas, lo cual es una gran duda a saldar debido a que, según expresa la empresa, el fuerte olor se detectaba a la hora de utilizar el gas de manera cotidiana, algo que nadie realiza en la vía pública.