“Esto es lo que quedó de mi moto”, informó Lucía a La Opinión este jueves por la mañana. Hace días, este medio publicó que buscaba el vehículo, robado del domicilio de su hermano.

La moto, una Guerrero Trip “de las viejas”, tenía el acrílico del tacómetro roto y una funda negra en el asiento. Esos fueron los datos con los que la propietaria esperaba encontrar su “elemento de trabajo”, robado de Benefactoras Sampedrinas y Lavalle.

“Ahora la encontramos a una cuadra de donde fue robada, apareció en los zanjones de la curtiembre. El cuadro de chasis es el de mi moto. Ni siquiera la encontró la policía, sino nosotros”, reclamó.