Laureano Ubiedo, el pibe que no baja la mirada y quiere “retar campeones” para “ganar cinturones”
Después de ganarle el jueves en Paraná a Facundo Huanque aseguró que debe "seguir entrenando y mejorando". "Hay que seguir para adelante porque se viene lo mejor. Quiero buscar rivales más difícil para seguir subiendo", dijo sin titubeos.
Del Laureano Ubiedo que baila arriba del ring mientras el locutor lo presenta en la pelea al que 30 minutos después está sentado en una silla de plástico tranquilo y escondido detrás de un barbijo entre el público invitado al lado de su familia, cuyo integrante estelar es el el intendente, Cecilio Salazar; hay una diferencia de una victoria más en su carrera como profesional que logró entre medio de esos dos instantes que marcaron a fuego su paso el gimnasio Eduardo Romairone de Paraná.
“Fue una pelea muy difícil, fue un rival duro que venía a llevarse la pelea. Pudimos sacar buenos puntos en todos los rounds y gané de forma unánime”, resumió su triunfo ante Facundo Huanque, un neuquino que al momento del combate tenía unos kilogramos más de los que acusó en el pesaje el día anterior y lo complicó en la segunda parte de la contienda con el cuerpo a cuerpo.
El sampedrino sintió la diferencia de peso: “Mis golpes, que pego fuerte, no los sentía tanto como lo sentiría uno de mi misma categoría. El rival era más pesado, al otro día subió bastante kilos e iba para adelante para echarme el peso encima. Me cansó bastante, pero lo pude resolver”.
De los cuatro combates que disputó y ganó como profesional, dos fueron en San Pedro, su ciudad natal. “Es muy lindo”, admitió aun cuando tanto en el Howard Johnson Marinas a fines de 2020 y anoche en Paraná no hubo público por la pandemia de coronavirus. “Se está dando todo para bien y estoy muy agradecido a todos los que me ayudan. Estoy entrenando para que se den las cosas perfectas. Hay que seguir entrenando y mejorando, corrigiendo errores que seguro alguno tuvimos en la pelea”, agregó.
Del Ubiedo que trabajaba como estudiaba y trabajaba como albañil no queda casi nada. Ya no entrena en Banfield con José Cancelo, su mentor, sino que desde antes de la crisis sanitaria por el Covid-19 lo hace en un gimnasio de la localidad 3 de Febrero en el Conurbano de Buenos Aires al que llegó guiado por Matías Erbin. La preparación física la hace con el sampedrino Andrés Villarruel con quien formó “un lindo equipo”, como le gusta definirlo.
Todavía en el gimnasio albirrojo, Ubiedo ya dejó atrás su victoria contra Huanque y mira hacia adelante. Quiere llegar a la cima: “Hay que seguir para adelante porque se viene lo mejor. Quiero buscar rivales más difícil para seguir subiendo, estar a la altura de los campeones y retarlos para ganar cinturones”. Se toma unas últimas fotos con aficionados que lograron entrar al estadio, no niega ninguna, y sale caminando con su familia por la misma puerta que ingresó unas horas antes a pelear (ganar) por la televisión nacional.
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