Las razones por las que la Justicia mantiene detenido al joven acusado de abusar de una adolescente tras una fiesta
Está acusado de dos hechos de abuso sexual con acceso carnal. La fiscala Viviani logró que el juez de Garantías le dice prisión preventiva, aunque con arresto domicilario, que su abogado particular apeló. Los testimonios y las pruebas en su contra.
La Cámara de Apelaciones resolverá sobre la prisión preventiva con beneficio de arresto domiciliario que el juez de Garantías Román Parodi dictó la semana pasada contra el joven de 23 años acusado de abusar sexualmente de una adolescente de 16 tras una fiesta durante la madrugada del domingo 24 de septiembre pasado.
El fallo del juez Parodi, al que tuvo acceso La Opinión, ponderó una serie de elementos probatorios y de testimonios en los que la fiscala María del Valle Viviani sostiene su acusación contra el joven, imputado por dos hechos de abuso sexual con acceso carnal.
Aunque en las pericias médicas no surgieron lesiones íntimas, las prácticas sexuales a las que la denunciante aseguró haber sido sometida configuran la calificación penal que se le imputa al acusado y que implica una pena en expectativa importante.
Para el juez de Garantías, está “debidamente justificado” que el joven se ofreció a llevar en su automóvil a la adolescente desde el complejo de ruta 191 donde él trabajaba en una fiesta y ella estaba como asistente y que ella estaba bajo los efectos del alcohol.
Ello, sostuvo la fiscala, Viviani, la puso en situación de indefensión al no tener conciencia plena como para considerar su consentimiento ante la práctica sexual cuya ocurrencia el acusado reconoció, tanto arriba del auto como luego en su casa, donde fueron ambos.
En la causa obra que la adolescente le dijo que estaba alcoholizada y que no se encontraba bien. A su hermana, la primera a la que le contó lo ocurrido al otro día, le refirió que no supo cómo reaccionar porque que estaba en shock. A la médica que la revisó por primera vez en el Hospital le dijo lo mismo: que no quería, pero que no encontró la manera de oponerse.
El imputado reconoció que es suya la voz que en los audios en los que dice que va a “desaparecer de San Pedro” y dijo que en esos mensajes de voz de WhatsApp dijo que se había manado “una cagada” porque “no sabía que tenía 16 o 17, pensé que tenía 18”. Respondió a la pregunta de Fiscalía sobre el “desaparecer” con que se “iría por el tema del escrache” porque “culpa de eso no iba a poder conseguir más trabajo en San Pedro”.
El informe victimológico indica que evidencia sintomatología compatible con el tipo de victimización denunciada, tales como trastorno del sueño, estado de alerta, ansiedad, sentimientos de estigmatización, dificultades para sostener sus actividades habituales.
La pericia psicológica estableció que la adolescente tenía “incapacidad para negearse frente a los pedidos del imputado” y su relato fue consderado “claro, coherente”, por lo que está en condiciones de prestar declaración testimonial bajo el sistema de cámara Gesell.
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