Las multas por exceso de carga también afectarán a las areneras
El Gobierno desarrolló operativos la semana pasada y hacía lo propio al cierre de esta edición. En un día incautaron casi 400 mil kilos. Mientras se espera que comience la obra de repavimentación de la ruta 1001, incrementan los controles.
El Municipio busca que el exceso de carga en los camiones que transportan arena deje de ser un paisaje habitual y por eso incrementó los controles en la Ruta 1001 la semana pasada, mientras aguarda que la empresa adjudicataria de la obra de repavimentación de ese camino provincial que une la ciudad con la autopista más transitada del país comience con la prometida obra.
'En una mañana secuestraron seis camiones que en total tenían 93 mil kilos de exceso y en el operativo nocturno, cuando los transportistas aprovechan la oscuridad para evitar controles e infracciones, retuvieron ocho vehículos con sobrepeso, que sumaron 289 mil kilos de arena.
En total fueron entonces 14 camiones con 382 mil kilos de arena de más en sus bateas, lo que implica un promedio de más de 27 mil kilos de exceso cada uno por sobre los 45 mil que deben llevar como máximo.
El Tribunal de Faltas recibió las catorce multas y debe citar a los titulares de los camiones para el trámite correspondiente. El Director de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad Raúl Manchone aseguró a La Opinión que además habrá infracciones a las empresas areneras, “porque el dador de carga también es responsable según la ley”.
Las multas a cobrar serán altas, muy altas. Si no se pagan, Arba puede intervenir y hasta embargar el camión. Por supuesto que cada uno de los multados puede agotar las instancias administrativas y judiciales para disputar el pago y con ello demorar el ingreso de dinero que ayude al menos a financiar los controles.
Las cargas a pagar se calculan a razón de un litro de nafta por kilo de exceso. Para ello se utiliza el precio oficial de 12 pesos. Es decir que el promedio de multa estaría fijado en 324 mil pesos. “Un cálculo daba 280 mil pesos, con la mitad, 140 mil, como monto para el pago voluntario”, explicó Manchone, aunque aclaró que ese costo lo calcula el Tribunal de Cuentas.
En el Ejecutivo consideran que si las multas son excesivas, la propensión a recurrirlas crecerá, por lo que preferirían buscar un promedio “cobrable”.
La arena secuestrada quedó en Río Tala. Una parte en la Delegación y otra distribuida entre vecinos de la localidad, que participaron en los operativos y prestaron colaboración. De hecho, la balanza está “semiarmada” y montada en el acoplado de un vecino, lista para ser utilizada.
Al cierre de esta edición, Inspección y Vialidad provincial desarrollaban nuevos operativos en la salida de Río Tala hacia la Ruta 9.
En el Gobierno estaban a la espera de una respuesta del Automóvil Club Argentino para el uso de un espacio donde tener la balanza. El plan sería iluminar un sector, aprovechar el sereno que ya existe y sólo desarmar el cabezal electrónico cada vez.
Los empresarios areneros bufaron por lo bajo pero su discurso público es el mismo de siempre: que los controles están muy bien y que el problema es la falta de fiscalización en otros distritos, lo que les hace perder rentabilidad ante la desventaja a la hora de competir con las ciudades vecinas, donde parece que hacen la vista gorda.
El negocio de las areneras es millonario y creció exponencialmente en los últimos años producto del boom de la construcción, alentado por la lógica de “ahorrar en ladrillos”.
A la espera de la repavimentación
En mayo pasado, el intendente Giovanettoni entregó en Vialidad Nacional, dependiente del Ministerio del Interior y Transporte que conduce Florencio Randazzo, el decreto de adjudicación de la obra de repavimentación de la Ruta 1001, cuya licitación ganó la empresa Grupo Farallon.
El monto total es de 96.804.799,90 pesos. Se trata de una obra que demandará varios meses de trabajo y de la que hasta el momento no se han visto avances que permitan establecer cuándo comenzarán los trabajos.