Las escuelas se preparan para la vuelta a la presencialidad plena: cómo se adaptan a los nuevos protocolos

A partir de ahora, los chicos se reincorporarán a las escuelas con protocolos y presencialidad plena. Bibiana Kasta, quien forma parte de los equipos de conducción de las escuelas primarias 1 y 7, detalló en el programa Radio Cuarentena cómo se prepararon las instalaciones para la vuelta a clases con todos los estudiantes, lo que implica adaptaciones de las aulas para que se ajusten a los protocolos.

En la escuela 7, Kasta señaló que, hasta la fecha, no registran alumnos que hayan dejado la escolaridad, aunque sí notan ausentismo y discontinuidad por parte de ellos. “No tengo ningún chico desaparecido, sólo faltas, pero eso pasaba antes de la pandemia también”, detalló. En esa escuela, “10 secciones” llevan cursando de forma completa desde junio y el lunes se incorporarán las 4 restantes.

En tanto a las instalaciones, la escuela debió reacondicionarse para la recepción de los estudiantes. “Trasladamos un grupo al comedor y otro a la biblioteca, eso nos permitió mayor dimensión”, expuso la directora, una medida que debieron replicar en otros sectores de la institución para optimizar espacios. 

“El baño se sanitiza constantemente, tratamos de que no se generen conglomerados de chicos”

Bibiana Kasta

Las nuevas medidas comunicadas por la Provincia de Buenos Aires disponen que la distancia social entre los alumnos pasará de 1,5 metros a 90 centímetros. En ese sentido, Kasta expresó que, a pesar de que intentan adaptar las aulas, en algunos casos los espacios resultan reducidos.

“¿Cómo hacemos para respetar un metro cuadrado por alumno?”, señaló Bibiana y dio como ejemplo que, en la escuela 1, hicieron la prueba de medir “con una regla de boca en boca, y daba 35 cm”. A causa de esto resolvieron emitir un comunicado a los padres en el que expresaron que implementarán medidas adicionales, “ya que el riesgo está”, consideraron. 

“El protocolo dice que los tenemos que sentar uno detrás del otro, como cuando nosotras íbamos a la escuela mirando al pizarrón, pero yo tengo dos salones con mesas redondas, ¿cómo hago?”, se preguntó para dar otro ejemplo de lo difícil que resulta adaptarse a algunas indicaciones.

Respecto a evaluar la opción de dictar clases fuera de la institución, Bibiana señaló que en otras circunstancias lo ha hecho. Sin embargo, explicó que “en ese caso debería tener la autorización de los padres” y “son cosas que llevan su tiempo”. 

“Lo único que digo es que todo salga bien y que no pase nada. Que los chicos estén en las escuelas, que no compliquemos la vida a las familias, que la rutina se pueda establecer de nuevo y volver a lo que era”

Bibiana Kasta