Las discrepancias en Río Tala se solucionan a los tiros
El enfrentamiento entre bandas parece moneda corriente en la localidad. A toda hora y en cualquier lugar, se ven a personas armadas que se amenazan constantemente entre sí. El sábado pasado, otro joven fue baleado en la cabeza.
Otro incidente de proporciones originado el fin de semana vuelve a poner de manifiesto la violencia que ejercen distintos grupos en Río Tala. No es la primera vez que sucede y varios vecinos de la localidad aseguraron a este medio que llega un momento del día en el que no se puede salir a la calle. De acuerdo a los testimonios, los disparos por la noche ya son moneda corriente.
Así de cruda es la realidad que hoy envuelve a una localidad que hace tiempo dejó de ser aquel pueblo pujante y resplandeciente que muchos elegían para vivir por su tranquilidad y sus características de típico pueblo de campo.
Los incidentes ya no suceden en los barrios periféricos o en las afueras de la localidad. La plaza y sus alrededores han pasado a ser el punto de encuentro de distintos grupos y allí es donde se generan los desmanes, que incluyen todo tipo de ilícitos.
Nicolás Castillo, cuyo cuerpo fue hallado un mes después de su desaparición asesinado a golpes y estaqueado en un bañado del río Arrecifes -aún se desconoce quién lo mató- es uno de los casos. El de Jesús Gutiérrez, quien prácticamente fue acribillado en la casa de un amigo cuando un grupo de personas comenzó a disparar desde la calle, o el robo al supermercado que se encuentra pared de por medio con el destacamento policial, otro. Ambos son claro reflejo de lo que está pasando actualmente en Río Tala.
El sábado, otro joven resultó baleado en un altercado que había comenzado cuando promediaba la mañana y terminó durante el mediodía. Una secuencia de amenazas y agresiones originó una reyerta “a mano limpia” en la esquina de Camellino y Sargento Cabral. Fueron varias las personas que participaron del hecho.
Uno de ellos extrajo un arma de fuego y efectuó al menos cinco disparos. Dos de estos hirieron a Jonathan Ledesma, de 27 años, quien fue trasladado por sus propios familiares al Hospital de nuestra ciudad con una herida en la región temporal derecha de la cabeza, con orificio de entrada solamente y alojamiento superficial, y una excoriación en el brazo derecho producto del roce de una bala.
El joven salvó milagrosamente su vida ya que, por milímetros, los disparos no dieron de lleno en otra parte del cuerpo. Horas después, tras ser asistido en el nosocomio, fue dado de alta.
La causa fue caratulada como Homicidio en Grado de Tentativa y de inmediato se ordenaron directivas, que no dieron los resultados esperados.
Prófugo y con otra imputación
La Fiscala Viviana Ramos no solo caratuló el hecho como “grave”, sino que además ordenó la detención de Mauricio Flores, de 19 años, sospechado de ser el autor de los disparos que hirieron a Ledesma.
El domingo se llevó a cabo un allanamiento en la vivienda que habita el joven, pero no pudo ser hallado. De todos modos, la orden de la Fiscalía persiste y el buscado ahora reviste calidad de prófugo.
Esta no es la única mala noticia para Flores, ya que al cierre de esta edición la propia UFI 11 notificó al imputado y a otras dos personas por el asesinato de Jesús Gutiérrez, ocurrida en enero pasado, y por el que se encuentra detenido otro joven, de 18 años.
La medida habría surgido luego de la declaración que la propia Fiscala Ramos les tomó a los familiares del detenido cuando estos fueron a reclamar a la Fiscalía por la situación del joven acusado.