Los acontecimientos sucedidos recientemente en el barrio Las Canaletas han abierto un debate interesante en la ciudadanía. Podemos identificar dos opiniones predominantes, que a primera vista parecen desencontradas. Por un lado, están aquellos que consideran que lo esencial es la radicación de empresas en el lugar que sea, en aras de generar empleos; por otro lado, están aquellos que anteponen la defensa del medio ambiente, la conservación de nuestros espacios públicos y recursos naturales y la planificación urbana, sin desmerecer, claro, la importancia de la generación de puestos de trabajo. No es la primera vez que esta discusión gana la atención pública. En estos momentos, los santalucenses se encuentran en el medio de un debate similar respecto de un criadero de pollos instalado en un lugar inadecuado. ¿Era indispensable instalar ese emprendimiento a pocos metros del ejido urbano, existiendo innumerables lugares aptos? También la polémica se ha desatado por intentos de radicación en San Pedro de distintas empresas, desde pequeñas hasta multinacionales, las cuales no hallaron aquí ni las condiciones ni el lugar adecuado para instalarse. Así las cosas, resulta evidente que nuestro partido –la ciudad y las localidades– no cuenta con la debida planificación que asegure un merecido crecimiento económico, en armonía con el medio ambiente y los habitantes. San Pedro necesita de manera urgente reactivarse económicamente y generar empleos, y ello puede lograrse sin atentar contra otros intereses. Volviendo al caso en análisis y considerando que Las Canaletas es uno de los barrios más antiguos y representativos de la identidad sampedrina, comparto la forma en que aparentemente se ha resuelto el conflicto, a favor de los habitantes del lugar, pero busquemos de inmediato el sitio adecuado donde pueda radicarse el emprendimiento frustrado, alentándolo y evitando su huída. San Pedro es grande –no se olviden de las localidades– y puede tener una o más zonas industriales debidamente planificadas, para promover y facilitar el asiento de diversas empresas, sin que ello implique un atentado a los espacios públicos y al medio ambiente, o perjudique a la actividad turística. Las opiniones expuestas al inicio no se contraponen, sino que deben armonizarse. Emprendamos de una vez la tarea de planificar San Pedro.
Carlos F. Casini – DNI 22.476.332 – Concejal electo
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