Las Abejitas Laboriosas comenzaron a tejer un nuevo proyecto
El grupo de tejedoras a crochet arrancó la temporada 2024 con más de un proyecto en mente. Piden bolsas de todos los colores para empezar a ovillar y crear.
El grupo de tejedoras a crochet que comenzó con el sueño de un arbolito de Navidad creado con cuadraditos tejidos con bolsas de nylon en desuso, se concretó en varias oportunidades con el trabajo voluntario de tejedoras y colaboradores para el armado de la estructura. La idea que arrancó con una pequeña escultura, fue perfeccionando el trabajo hasta llegar al último ejemplar del árbol de Navidad que se armó en la Plaza Constitución que resultó el atractivo de familias locales y turistas que se detenían en ese rincón navideño del centro para retratar el momento con esta particular escenografía.
Las Abejitas Laboriosas nunca dejan de intercambiar ideas, están comunicadas entre sí por un grupo de Whatsapp y con la temporada fresquita de otoño, comenzaron a reunirse en casa de su “Abeja Reina”, tal como ellas la denominan a Alicia Dellagiovanna, porque aún no se ha podido confirmar un lugar para centrar actividades donde se deciden, entre otras cuestiones, las medidas, colores y puntos a utilizar para cada proyecto que surge y que avanza.
Con ideas que aparecieron apenas finalizado el arbolito en diciembre pasado, este año el proyecto se torna más ambicioso aún y ya pusieron manos a la obra para “techar” con paños tejidos en múltiples colores alguna calle o sector de la ciudad. Una intervención que ya se ha aplicado en diferentes ciudades del mundo y que se había anunciado tímidamente la temporada anterior.
Siempre abiertas a sumar más y más voluntarios, el grupo recibe a todas las manos, las experimentadas y las que no saben “ni agarrar la aguja”para aprender sin límite de edad.
Con la consigna de un proyecto ecológico, la recuperación de bolsas de nylon de todos los tamaños y colores es una tarea constante y por ello piden ayuda a todos los sampedrinos. Sea del color que sea, del tamaño y grosor que sea la bolsa, sirve. Los alumnos del Jardín N°2 y Frutillitas ya están colaborando y quienes tengan para aportar, deberán acercarlas a la Casona de Turismo de Mitre y Liniers, donde siempre acumulan el material para distribuirlo.
También se valora mucho la labor de los ovilladores. Es una tarea sencilla y que generalmente realizan niños y abuelos.
Las tejedoras que ya han participado de proyectos anteriores seguramente pondrán manos a la obra, siempre respetando la medida del trabajo a entregar que será libre en sus formas y colores con una única consigna a cumplir: terminado deberá medir 1,50 x 3 metros.
La idea está en camino, falta definir el lugar para realizarla, pero mientras tanto vale la pena aportar cada uno lo que pueda para que esta nueva intervención artística sea un atractivo para los vecinos y para quienes lleguen de visita a la ciudad.
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