La venta de alcohol en locales nocturnos sigue descontrolada
Durante el fin de semana, la guardia recibió a seis chicos de entre 16 y 20 años que debieron ser internados por unas horas por el estado de ebriedad en el que se encontraban. La eterna problemática sigue revelando falta de control en los locales nocturnos sobre los menores de edad. Además, ¿hay quien controle?.l
Para los médicos de la guardia del Hospital San Pedro los fines de semana se caracterizan por recibir en forma casi constante dos tipos de pacientes: los golpeados en riñas y los alcoholizados, aunque en ocasiones una misma persona presenta ambos problemas. Pero lo que es un poco más grave es que la mayoría de los jóvenes que ingresan luego de haber ingerido grandes dosis de alcohol, ni siquiera han cumplido la mayoría de edad. Este fin de semana, un total de seis chicos de entre 16 y 20 años fueron internados por varias horas porque estaban ebrios. Algunos de ellos fueron acompañados por amigos hasta el nosocomio, pero tres de ellos fueron trasladados por la ambulancia del 107 desde la zona céntrica, lo que indica puntualmente que salían de locales nocturnos en los que habían logrado consumir bebidas a pesar de la conocida prohibición que tantas polémicas despierta desde hace años. “Los controles policiales o municipales son escasos porque los mismos chicos te lo dicen, y hay padres que parecen haberse resignado a esta situación porque nadie hace una denuncia o colabora”, opinan algunos padres de adolescentes preocupados por lo que ocurre.
Afortunadamente, hasta ahora ninguno de los casos resultó grave en cuanto a riesgos concretos en la salud de los chicos. La medida que se toma en el Hospital es recurrente: que los pacientes permanezcan unas 5 o 6 horas en reposo hasta metabolizar el alcohol y luego son dados de alta. Pero resulta llamativo que muy pocas veces aparecen los padres de estos menores para retirarlos y en la mayoría de los casos se marchan solos o acompañados por algún amigo. Por supuesto, tampoco se radican denuncias contra algún boliche o comercio por haber vendido alcohol y no es extraño que así sea. Basta recordar tantas denuncias puntuales que en otras ocasiones apuntaron al expendio descontrolado de alcohol que jamás terminaron ni siquiera en una multa, y en otras “medidas” que desencadenaron mucha polémica pero pocas soluciones como la obligación de inscribirse en el REBA para vender bebidas alcohólicas. Seguramente, una tragedia movilizaría la discusión por un tema que sigue siendo importante aunque por el momento haya desaparecido de la agenda de los temas más relevantes .