“La víctima de abuso recibe un balazo en el aparato psíquico”
Luciana Pereira, miembro de la Mesa Local de Violencia y Abuso dialogó con La Opinión luego de conocerse los dos aberrantes hechos ocurridos la semana pasada en los que dos menores de 12 y 13 años fueron víctimas, en diferentes circunstancias, de abusos por parte de dos hombres de 32 y 25 años que permanecen detenidos. Las estadísticas indican que los casos de abuso sexual se incrementaron, aunque en realidad lo que aumenta es la decisión de las víctimas de denunciar. La actividad y la importancia de la Mesa Local de Violencia y Abuso y la lucha por la instalación de una comisaría de la mujer.
Las prácticas sexuales impuestas a través de la fuerza física o bajo cualquier forma de intimidación pueden ocurrir en el ámbito doméstico o en el ámbito público; el o los agresores pueden ser familiares, allegados o extraños. A veces se trata de episodios aislados y otras, de situaciones reiteradas.
El pasado miércoles, la Sub DDI Baradero-San Pedro logró dar, luego de una serie de investigaciones, con una niña de 12 años oriunda de Brandsen, que llevaba 96 horas desaparecida. La pequeña, escapó de su casa y llegó hasta Santa Lucía, donde fue encontrada junto a Ariel Leonardo Chávez de 32 años, quien se encuentra detenido acusado de rapto agravado y abuso sexual con acceso carnal.
El segundo de los hechos se conoció veinticuatro horas más tarde cuando se hizo pública la denuncia de una mujer de la localidad de Río Tala contra su pareja: es que Ángel Andrés Paz, de 25 años, fue acusado de abusar al menos en tres ocasiones a su hijastra de 13 años en el interior de su casa. La menor relató los hechos a su madre aterrada por una situación que volvió aún más cruel al escenario; al saberse que la pequeña transita un embarazo producto de las violaciones.
Más denuncias, menos miedos
En la provincia de Buenos Aires fueron más de 1.200 las denuncias radicadas durante 2012 por abusos lo que promedia la espeluznante cifra de tres casos por día. Si bien las estadísticas dan cuenta de un incremento progresivo de casos de abuso sexual en los últimos años, esto no implica necesariamente un aumento, sino en la cantidad de víctimas que se atrevieron a llegar con su dolor a la justicia.
Luciana Pereyra miembro de la Agrupación contra el Abuso Sexual (Acase), e integrante de la Mesa Local de Violencia y Abuso que funciona dentro del Concejo Deliberante dialogó con La Opinión acerca de cómo afecta la problemática no sólo en nuestra ciudad sino en general. Pereyra aseguró que “se denuncia más que antes”, pero “el accionar de la justicia sigue siendo el mismo” y en ese sentido señaló: “El proceso judicial arranca con la denuncia, pasa por la fiscalía y cuando hay que separar, por ejemplo, al niño del agresor por más que sea el padre, aparecen las primeras trabas: jueces que todavía hoy sostienen que `no importa que sea violador, es el padre´. Los denunciantes maltratados por jueces, abogados, fiscales, en muchos casos optan por abandonar el proceso porque se torna muy duro y no lo resisten”.
“Los tiempos de la víctima suelen ser más largos que los de quien observa la situación desde afuera”, señaló Luciana y explicó: “Siempre hay que respetar los tiempos de las personas que sufren este tipo de ataques sino se termina por acosar a la víctima; las personas le dicen qué hacer, son maltratadas durante el proceso judicial y además tienen que sostener la casa con el niño por todo lo que acarrea una víctima de abuso, ya que se orina, tiene pesadillas, y demás problemas”. Según Pereyra, esta sumatoria de situaciones termina con la víctima abandonando el proceso legal.
Niños abusados
y el accionar de la justicia
En la Provincia de Buenos Aires son pocas las denuncias que completan el proceso con el acusado sentenciado por el abuso a menores de edad. En este sentido, Pereyra aseguró que “nuestros jueces no aplican la Convención de los Derechos del Niño, no escuchan a los chicos”. “Los menores abusados son sometidos a reiteradas pericias antes de que un juez diga que `puede ser cierto´”. En sentido recordó que tanto la Organización Mundial de la Salud, como la Asosiación Americana de Psicología descartaron la teoría del Síndrome de Alienación Parental (SAP), el cual era “utilizado por abogados para decir que el chico denunciaba inducido por alguno de los padres”. “Fue invento de un psiquiatra pedófilo que siguen usando en la Provincia de Buenos Aires porque los abogados no se capacitan, no se forman, entonces desconocen estos fallos”, aseguró la mujer y agregó: “Si no existen profesionales comprometidos, las víctimas caen en manos peligrosas”.
La Mesa de Violencia y Abuso
Luciana aseguró a La Opinión que existen muchos casos en la ciudad y que se dan en todos los sectores sociales, “que piden confidencialidad y a veces prefieren denunciar y ser asistidas fuera de la ciudad”, ya que “en San Pedro no hay gente capacitada para acompañar a víctimas de abuso, sí personas que se están capacitando y que las orientan”.
Desde hace tiempo, diferentes agrupaciones sociales vienen reclamando por la instalación de una Comisaría de la Mujer ya que “no es lo mismo para una mujer contarle a una mujer que a un hombre”, aseguró Pereyra y agregó: “Por ahí el secretario del fiscal o el policía que toma la denuncia es un santo, pero es varón”. En este sentido señaló: “Hay que tener tacto, paciencia, hay que saber entender el tiempo que pueda tomarle a la víctima contar los hechos y hay que estar preparado para escuchar porque no le robaron la bicicleta”, y expresó: “Es un dolor que no tiene comparación con otro, la víctima de abuso, sin importar la edad que tenga, recibe un balazo en el aparato psíquico”.