Lili:
Antes que nada, gracias por el espacio. Hoy escribo como lector, porque la realidad me llevó a que la semana pasada mi familia tenga que utilizar los servicios de salud. Mi abuelo tiene una enfermedad importante. A causa de ello, hace tiempo se atiende en Buenos Aires, por la especialidad que necesita, y aquí en San Pedro el Dr. Mendieta lo atiende muy bien, dicho sea de paso. Lamentablemente, su estado hizo que a finales de la semana pasada tuviera que ser internado.
Él es pensionado, por lo que sus servicios de salud están bajo “PROFE (Programa Federal de Salud)”. Para los que no lo conocen, es un programa del Ministerio de Salud de la Nación que da cobertura médica a los pensionados graciables o no contributivos. Como es un programa de prestaciones, no una obra social, la cobertura funciona a través del sector público y no de las clínicas privadas. Esto lo aprendimos después, ya que en la clínica lo recibieron pero a unos 5 mil pesos diarios, según nos dijeron informalmente. Esa, claro, es una cuenta que no muchos pueden pagar, así que nos recomendaron averiguar para hacer su traslado al Hospital.
Este ha sido un año complicado para la salud local, paros, IOMA, FEMEBA, el Círculo Médico y mucho más. Creo, sin saber a ciencia cierta, que han sido más los días de paro que los que ha atendido con normalidad, sin embargo, al momento en el que la situación era apremiante y nos preocupaba y ocupaba la salud de un familiar que estaba delicado, fue el Hospital el que nos abrió las puertas y cuida de la salud de mi abuelo.
Debo decir honestamente que entiendo que la salud es un gran y millonario negocio y que este es un caso más, porque la cobertura médica de mi abuelo no le cubría nada en la institución privada, pero también sé de buena fuente y de años de escuchar reclamos que es el hospital el lugar a donde se reciben miles de casos derivados por muchos motivos y no sólo por PROFE. Esta semana, por momentos, sólo una enfermera atendía a todos los enfermos, pero quiero agradecer la dedicación, el recuerdo a su juramento y el cuidado las 24 horas. Uno, como familiar, se siente respaldado sabiendo que, aun hoy, es el Hospital, una institución pública, la mejor y gran opción para la salud.
Quiero agradecer al Director del Hospital, el Dr. Pablo Pichioni, y en su nombre a todo el equipo médico, no medico (enfermeras, camilleros, cocineras, ambulancieros, hago un apartado especial a “Petucho Noseda”), a todos, por ayudarnos, por dejarnos saber que en los peores momentos se puede contar con nuestro históricamente orgulloso Hospital. Y quiero desde mi humilde lugar incitar a colaborar con el nosocomio. Cada vez que lo usemos, presentemos los papeles de nuestra obra social, así éstas le pagan a la institución.
Reitero, muchas gracias.
Matías San Hilario,
[email protected]
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