La recaudación del Puerto por el removido de arena, en la puerta de un escándalo
Si se confirman las sospechas que deslizaron desde Fempinra, el asunto será un verdadero “arenagate”. Los trabajadores empezaron a pedir las planillas en las que quedan registrados los camiones areneros que salen de las dos empresas que tributan al Consorcio y desde entonces la cantidad se duplicó misteriosamente. La Federación presentará una denuncia penal para que la Justicia investigue si hay hechos de corrupción. La tarea de la Afip será fundamental para establecer si hubo connivencia entre los empresarios y las autoridades portuarias para por un lado evadir y por el otro dejar de percibir ingresos que son públicos.
Al anuncio del presidente del Consorcio de Gestión del Puerto Mariano Veiga sobre la puesta a disposición de su renuncia ante las autoridades provinciales le siguió el de Matías Franco como titular de la Fempinra y representante de los trabajadores en el Directorio sobre una denuncia penal que presentarán en los próximos días junto al abogado Carlos Casini relacionada con la presunta falta de declaración de kilos de arena removidos por las empresas que tienen asiento en el puerto local.
El tema podría generar un verdadero escándalo si la Justicia logra reunir elementos respecto de las sospechas que deslizó Franco y que forman parte de la tarea de Casini para la elaboración del texto de la presentación judicial, ya que podría implicar un ocultamiento deliberado del movimiento real de arena en el puerto, lo que derivaría en que el Consorcio haya dejado de percibir una importante suma de dinero, necesario por ejemplo para pagar el dragado que año a año pone en riesgo su operatoria.
“Queremos aclarar este tema y saber si el Consorcio, como institución, fue perjudicado económicamente”, dijo Franco, quien no pudo evitar que su condición de candidato a concejal por el frente Cambiemos aparezca en el análisis, teniendo en cuenta que Veiga es presidente del Partido Justicialista y acompaña la candidatura de Julio Pángaro.
Aun así, y más allá de que no hay manera de que la coyuntura política no se cuele en este tipo de situaciones, lo que se destapó, de acuerdo al control que empezaron a hacer los trabajadores, es una olla que habría permanecido sellada hasta ahora sin que nadie dijera nada.
Hasta que un día empezaron a decir. La denuncia penal de Fempinra, cuando se haga efectiva, se sumará a un proceso investigativo que lleva adelante la AFIP en relación a las empresas areneras cuyo resultado será fundamental para esclarecer lo que hoy está en debate y que ya había sido advertido por La Opinión en varias oportunidades en las que se investigó el tema de la arena: la actividad tiene puntos oscuros que ocultarían en los papeles lo que está a la vista de todos y que es nada menos que el crecimiento ostensible de un negocio millonario.
De la sospecha al control
La sospecha de Fempinra se despertó cuando analizaron el estado financiero del último semestre, por cierto nada distinto a los de los otros años, que pasaron inadvertidos para el ahora atento ojo analítico de la Federación que conduce Matías Franco. Allí advirtieron que los ingresos por removido de arena eran exiguos y, con sólo echar un vistazo al movimeinto que puede verse en el deteriorado camino que recorren los camiones, algo no les cerró.
Entonces comenzaron a sacar cuentas. El promedio registrado en esa documentación es de alrededor de 30 mil pesos mensuales. Es decir unas 20.500 toneladas promedio, unos 680 camiones, si se tiene en cuenta que el Consorcio debe contabilizar que cada transportista que sale de las empresas areneras carga 30 toneladas, lo que no sólo no cumplen sino que hasta reconocieron públicamente bajo el argumento de la “baja rentabilidad” que implicaría cumplir con la ley.
Esos 680 camiones divididos por 26 días laborales al mes dan un promedio diario de transportistas con arena circulando desde el puerto hacia la Ruta 1001 de 26. Cualquiera que se pusiera a contar los vehículos cargados con ese mineral que salen del puerto podría comprobar que el número es ínfimo.
Eso hicieron los trabajadores, para comparar lo que el promedio obtenido a partir del análisis de los registros oficiales del Consorcio de Gestión del Puerto con lo que realmente puede contabilizarse in situ.
Quienes conocen el funcionmiento del mercado arenero aseguran que estos últimos meses son “bajos” para la actividad. Para contar los camiones, Fempinra pidió al Consorcio el control diario de las planillas y se encontró con la sorpresa de que esa documentación es “destruida” cada día pero sus resultados se vuelcan periódicamente en el sistema, único control al que se puede recurrir.
En las planillas se asienta la salida de cada camión, con datos de patente, conductor, propietario, horario, compañía aseguradora y arenera a la que corresponde cada uno, de acuerdo a un control que el propio Consorcio decidió implementar para calcular la tasa que debe cobrarle a cada empresa, a razón de 1,46 pesos por tonelada removida.
Como se dijo, Fempinra reclamó las planillas previas al 19 de agosto pasado y recibieron como respuesta que eran “inmediatamente destruidas” para evitar la acumulación de papel.
Esas planillas son llenadas por empleados que luego se las entregan a un superior, el Subgerente operativo, que es el responsable de cargarlas periódicamente al sistema informático existente y, por lo visto, de destruirlas luego.
Para Casini hay por lo menos una irregularidad en la destrucción de esa documentación, que considera instrumento público y que debería conservarse para su debido control.
Un crecimiento abrupto
De manera misteriosa, ahora que los sindicalistas empezaron a controlar la salida de camiones desde las areneras, el movimiento es mayor. Tanto que duplica y hasta triplica lo que aparece desde el 18 de agosto para atrás en términos de promedio y de lo que está asentado en los registros informáticos que lleva el Consorcio.
Según las planillas de las que ahora Fempinra tiene fotocopias, el 19 de agosto salieron 70 camiones; el 20, 69; el 21, 73; el 22, sólo 34 porque era sábado; el lunes 24 fueron 100 transportistas.
Una importante merma en la actividad se vio durante los tres días siguientes, con 55 promedio, producto del corte en la ruta 1001 encabezados por vecinos de Río Tala que no sólo no dejaban pasar a los camiones sino que hasta los obligaban a arrojar la arena a la vera del camino.
El 31 de agosto, pasada la medida de los vecinos talenses, el crecimiento volvió a ser del doble de lo que registraba el Consorcio de Gestión del Puerto antes de que empezaran los controles de la Federación, con 77; al otro día, 83; el de septiembre, 63; el 3, 67; el 7, 77; el 8, 62; y el 9, 78.
Todo ello obra en las planilas a las que tuvo acceso La Opinión. Con eso en la mano, la Fempinra pone en duda la veracidad de los datos cargados al sistema. En ello se apoyan para la anunciada denuncia penal y para señalar a Mariano Veiga, como presidente del Consorcio, máxima autoridad del Puerto local.
Un análisis necesario
Las dos areneras que funcionan dentro del puerto deben tributar 1,46 pesos por tonelada removida y 142 pesos por toque de muelle (es decir cada vez que una barcaza arenera sale y entra del puerto). Además abonan por arrendamiento un promedio de 22 mil pesos mensuales cada una, aproximadamente, por mes.
De acuerdo a las estadísticas públicas ofrecidas por el Consorcio, la actividad de removido de arena fue decayendo en los últimos siete años, que coinciden con el período de Veiga al frente del puerto público.
En 2008 fueron removidas 606.395 toneladas; en 2009 cayó (de tres areneras que había quedaron dos) a 424.479; en 2010, 368.925 y en 2011 370.945. Desde entonces, no paró de caer: 354.82 en 2012; 313.274 en 2013; y 297.280 en 2014.
El cálculo del último año, en pesos y camiones sería: 434.028,80 pesos, 9909 camiones. Todo ello en un año, lo que significa que si se multiplica 26 días laborales por 12 meses, hay que contar 312 días de actividad camionera. La cuenta da, exactamente, 31 camiones por día, tal y como está declarado y hoy se sospecha que no es cierto.
Ahora, abruptamente,el control ejercido por Fempinra indica que el promedio creció a 70 camiones diarios. Si se los multiplica por 312, da 21.840. Si cada uno llevara 30 toneladas, serían 655.200.
Si se cobrara por ello, al año implicaría una recaudación de 956.592, màs del doble de lo actual.
Palabra de Veiga
La Opinión llamó con insistencia al presidente del Consorcio de Gestión ayer, pero no logró comunicarse con él. Sí lo pudo hacer el viernes, cuando Mariano Veiga dio cuentas de que la “falta de consenso” con los sindicalistas que representan a los trabajadores en el Directorio lo obligaba a dar un paso al costado para que en el desarrollo de la actividad portuaria “no se discutan nombres, sino proyectos”.
El análisis que este semanario presenta en esta página sobre la actividad arenera en relación al puerto ya había sido hecha, con datos aportados por el propio Veiga, quien en ese momento explicó que el Consorcio de Gestión del Puerto no ejerce un control fehaciente de los kilos que carga cada camión porque no le corresponde y que debe tomar a cada uno que sale de las empresas areneras como si pesaran 30 toneladas.
Sabido es que los camiones salen sobrecargados. En todos los controles se lo comprueba. También los propios empresarios lo han reconocido más de una vez.
El cruce de datos sobre la facturación declarada por las empresas, que deben llevar un registro de cada camión que cargan porque arena es lo que venden, despejará dudas en la Justicia sobre lo que está registado en el Consorcio.
Ahora bien, si la investiación de AFIP revelara que hay evasión, las sospechas de connivencia entre las partes involucradas en este “Arenagate” comenzarían a crecer aun más de lo que lo hicieron en la última semana.