La pulseada por los precios de la salud
Las obras sociales sindicales, algunas empresas de medicina prepaga y las clínicas profundizan el debate por el costo de prestaciones. Los gremios expusieron la situación en la banca abierta del Concejo Deliberante y advirtieron que la salud pública puede ser una alternativa para el destino de sus afiliados con inversiones concretas. El Círculo Médico apuesta a retomar el diálogo y concretar un porcentual en los aumentos. Dijo que había solucionado la situación de Osprera pero los representantes de los trabajadores rurales lo desmintieron.
“Los obstetras cobran para asistir el parto, todos. O sea cuando te hacés los controles te avisan el monto del parto y te dan formas de pago si es que uno quiere. Pero se niegan a darte una factura para que la obra social te reintegre el dinero. Porque dicen que es un plus que cobran, porque según ellos la obra social tarda en pagarles. Por ejemplo, el doctor le cobró a mi amiga 3.200 pesos. Otra le cobró a mi compañera de trabajo 2.500, el otro médico cobra 2.500. Y si no pagás te dicen que te atienda el obstetra de guardia y ese es el problema: que las clínicas no tienen obstetras de guardia. Es una vergüenza y una estafa. Si pudieran investigar eso sería bárbaro”. El mensaje no es el primero ni tampoco será el último que ilustre la relación de sumisión a la que llegan los pacientes, sean estos jubilados que dependen de un gesto del Pami o clientes de una medicina prepaga que les restringe derechos a sus clientes derivándolos a servicios de salud que en otras ciudades gozan de calidad y prestigio. Nunca más frágil la relación que la que se ejerce sobre una madre primeriza a pocas horas de un parto, y ese es el principio que durante mucho tiempo olvidaron varios dirigentes sindicales a la hora de defender a los afiliados de las obras sociales que administran o los prestadores privados que, como el Círculo Médico de San Pedro, arbitran el acceso de profesionales y tarifas para cada práctica, muchas veces superiores a la media del mercado de la salud.
Desde hace algunas semanas, desde que los titulares de los sindicatos visitaron las instalaciones del Hospital y tomaron como registro la internación de los afiliados al Pami que durante todo el 2016 fueron derivados por el cierre de la Clínica San Martín, las posturas han cambiado. Fueron dieciocho los gremios que recorrieron las nuevas salas de pediatría, el shock room, las instalaciones para salud mental, la cocina y otras dependencias del principal efector público que para sorpresa de varios ofrecen servicios las 24 horas para todas las especialidades, incluidas la guardia de urgencias general y de pediatría.
Desde ese día, creen tener más fuerzas para resistir el aumento de aranceles y tarifas que fijó el Círculo Médico para 2017 y que supera los montos que se pagan en otras ciudades. El jueves de la semana pasada, las voces se escucharon en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante. Confirman que la reapertura de la Clínica San Martín, ahora de la Coopser, no mejoró en nada la relación a la que estaban sometidos con los privados.
La plata que se necesita
Roberto Gavito, titular del Sindicato de Empleados de la Industria del Papel, representó al colectivo gremial ante los legisladores locales. Allí refirió: “No es la primeravez que el Círculo Médico pretende imponer aranceles excesivos”, dijo respecto de la situación que viven para establecer las nuevas tarifas de prestaciones y agregó: “lo que está intentando es extorsionar a las obras sociales, porque al no arreglar los aranceles, les corta las prestaciones. A veces para no entrar en conflicto con sus asociados, las obras sociales acceden”.
Tras advertir que evalúan medidas de acción directa, describió la relación despareja a la hora de explicar a los pacientes lo que sucede con el juramento hipocrático: “Los médicos de San Pedro pareciera que tuvieran más que ver con la hipocresía que con la ética. Con una mano lo están saludando y con la otra le están poniendo una mano en el bolsillo para literalmente robarle”.
A continuación reveló algunas cifras que hasta hoy no dejan de sorprender. Citó como ejemplo una suma adicional que se cobra tras atender nueve meses de embarazo cuando se desencadena el parto. Entre 3.000 y 6.000 extras se le exigen al afiliado.
Cuando La Opinión preguntó sobre el costo de un parto en la salud pública y el de un privado, la diferencia sorprendió a todos. El Dr. José Herbas, Jefe de Guardia del Hospital, dijo que estimaba en 7.000 pesos una situación normal mientras que en el privado exigen 24.000.
Números que impactan
Entre los numerosos ejemplos que se citan para trasladar a datos concretos de cuánto se cobra por cada atención a un afiliado, los gremios no vacilan en difundir el dinero que efectivamente paga la facturación de profesionales y clínicas.
“Los precios son irrisorios, cuando un particular quiere hacer una ecografía, sin obra social te cobran 600 pesos”, indicó uno de los representantes del Sindicato de la Industria de la Alimentación que reportó que por esa misma práctica a la obra social le cuesta 1.500 pesos. Dijo además que “un parto en San Nicolás está 13.000 pesos, acá está a 24.000. Por cesárea. Es casi el cien por ciento más. Es mucha diferencia, es una locura lo que están cobrando”, reflexionó.
En el caso de esa obra social que tiene 80 afiliados pese a ser la que corresponde, entre otros, al personal de la planta Arcor, muchos han decidido pagar la diferencia para acogerse a los beneficios de una prepaga. Entre los ejemplos que citó, hay uno que llamó la atención: “Un compañero se fue a atender a la clínica en San Pedro con un ataque cardíaco, pero no lo querían atender; le decían sentate ahí, tranquilizate, tomate un café. No lo quisieron atender sufriendo un paro cardíaco”.
Una discusión médica y personal
El viernes de la semana pasada, el Dr. Juan José Salgado presentó su renuncia a la Dirección del Hospital. El alejamiento ya había sido anunciado en diciembre cuando se supo que el médico que dirigía el servicio de cirugía accedía a su jubilación. Salgado será ahora titular de ese servicio y seguirá, como hasta ahora, desplegando su labor profesional en el sector privado.
Esa misma mañana, en el sector de Servicios Sociales empezaron los reproches y a los gritos. De un lado el Dr. José Herbas con frases como “Tenés que dar la cara, no ir por atrás” o el calificativo de “Impresentable” sumado a los comentarios que luego indicaron que el emergentólogo resumió con un “Lo peor es el golpe bajo. A Cecilio le dice una cosa y arregla con los profesionales por atrás. Ya sé que en política no hay agradecimientos, pero con todo lo que hizo este tipo no le podía decir todo lo que piensa. Es muy hábil, muy turbio, quería protagonismo antes de irse”.
Los testigos afirman que las discusiones son de vieja data, aún cuando el nombramiento de Salgado fue respaldado por el Secretario de Gobierno y el Intendente cuando la Ministra de Salud Zulma Ortiz llegó a San Pedro y recibió a manifestantes de la Clínica San Martín y representantes del gremio Sanidad, que le pidieron “un tirón de orejas” para el recientemente nombrado Director del Hospital, uno de los accionistas de la prestadora privada que se fundió y luego compró la Coopser casi con el mismo staff profesional.
El Director de Salud, Edgar Britos, le restó importancia y relativizó el enfrentamiento del que de algún modo también fue parte. Por ahora el Dr. Diego Noto está al frente del mayor prestador de salud pública.