Durante el mes de marzo, la provincia de Chubut aprobó la ley que regulará los juegos en línea. La actividad estará gestionada por la Lotería de Chubut y todos los casinos online que quieran operar en la provincia tendrán que solicitar una licencia.
Por ahora, tanto los operadores como los aficionados están a la espera de que salga el reglamento que marcará la entrada en vigor de la nueva ley.
Los usuarios podrán distinguir los casinos regulados de los que no lo están porque los primeros utilizarán un dominio “.bet.ar” para sus páginas. También será posible consultar listas actualizadas y leer reseñas de casinos en webs especializadas en esta temática.
La legislación argentina y sus particularidades
Argentina empezó a regular el juego en línea en 2019, aunque no fue hasta principios de 2021 que se le dio prioridad al tema y empezaron a concederse las primeras licencias. Un punto sorprendente fue la ausencia de una ley a nivel federal.
Mientras que otros países latinoamericanos tomaban a Colombia o a España como modelo para empezar a desarrollar sus legislaciones, Argentina se inspiró en Estados Unidos. Así, se determinó que sería cada jurisdicción de manera independiente la que se encargaría de regular el sector del juego.
Esto crea una atmósfera ligeramente confusa para el ciudadano, que puede pensar que un determinado casino está disponible en su jurisdicción cuando realmente no lo está.
Boom del juego en línea y necesidad de regulación específica
La popularidad del juego en línea empezó a acelerarse al final de la década de 2010. Desde ese momento, los ciudadanos argentinos empezaron a buscar la forma de jugar a juegos como el blackjack, la ruleta o las tragamonedas por Internet. Y las únicas empresas que ofrecían estas actividades eran casinos en línea de otros países.
Con la llegada del COVID, este sector se hizo aún más fuerte y los reguladores argentinos se dieron cuenta que era necesario desarrollar legislación específica para regularlo. Porque sus características particulares no permiten que se les apliquen las mismas regulaciones que al sector del juego tradicional.
Además, mantener esta actividad sin regular supone dejar desprotegidos a los jugadores, crea una situación de competencia desleal hacia los casinos tradicionales y propicia que todos los beneficios que se generan se vayan del país.

Las ideas ultraconservadoras son poco prácticas
Los sectores más conservadores de la población ponen el grito en el cielo cuando escuchan hablar de regular el juego en línea. En su cabeza sólo cabe la posibilidad de prohibirlo y es una posición muy cerrada de miras.
Los argentinos demandan esta actividad. Y prohibirla sólo provocaría la aparición de un mercado ilegal en el que los ciudadanos no tendrían ninguna garantía de que los juegos son limipios ni de que sus datos y sus fondos están a salvo.
Por contra, la regulación va acompañada de medidas que permiten al Gobierno evitar el acceso de los menores al juego y otras que promocionan conductas de juego responsable para educar a los usuarios de estos establecimientos. Además, permite recaudar impuestos que se utilizan para el bien público.
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