La promesa es que el Parque Industrial funcionaría a mediados de 2015
El Director de Promoción y Desarrollo Industrial provincial recorrió el predio que Jorge Caso posee sobre la Ruta 9, donde funcionaba Tawara. Lo que fue pensado como un parque logístico se convertirá en el primer agrupamiento industrial sampedrino. El empresario se mostró entusiasmado. Hay al menos ocho empresas nuevas a radicarse allí y más de 20 que podrían relocalizarse desde el casco urbano.
Lo que fue convocado como una “presentación del diseño” del parque industrial San Pedro terminó el lunes pasado al mediodía con la revelación a La Opinión por parte del empresario Jorge Caso, dueño del terreno, respecto a que la propuesta del Gobierno provincial “es concreta” y comienzan los pasos para que hacia mediados del año que viene esté la firma del decreto del Gobernador Daniel Scioli.
El Director provincial de Promoción y Desarrollo Industrial Fabricio De Arriba Arévalo, funcionario que reemplazó en ese cargo al ahora Secretario de Gobierno local Raúl Cheyllada, encabezó la comitiva gubernamental que recorrió el predio, ubicado en el kilómetro 152 de la Ruta 9.
Al adquirir ese terreno, donde hasta el año pasado funcionó la constructora en hierro de origen japonés Tawara –que se trasladó por diferencias insalvables y presiones de diverso tipo–, Jorge Alberto Caso soñó un centro logístico para lo que dispuso una importante inversión.
Sin embargo, y tal como relató a los funcionarios y el equipo técnico provincial durante la recorrida, las vicisitudes propias de la economía del país lo desalentaron a continuar la inversión y bajó los brazos. Los galpones modelo que fueron construidos allí quedaron como depósito de los camiones cero kilómetro que todavía tiene parados, a la espera de una perspectiva mejor.
La caída de la producción de Arcor hizo que la empresa dejara de utilizar ese espacio como depósito y punto logístico para la distribución de sus mercaderías, por lo que quedó prácticamente parado, situación que podría revertirse conforme avance el acuerdo alcanzado el lunes.
Lo que viene
El Secretario de Gobierno Raúl Cheyllada conoce a la perfección los caminos a seguir para la cristalización del proyecto. Debe reunir documentación y llevarla a La Plata, algo que hará en el transcurso de esta misma semana. Con ello quedará iniciado el expediente para la conformación del agrupamiento industrial.
Luego habrá que completar la carpeta y ponerse a disposición de las exigencias de la provincia para con Caso y el predio. Ello podría implicar obras a pedido de la Dirección de Hidráulica, por ejemplo.
Hugo Busteros y Marita Villegas, técnicos de más de tres décadas de experiencia en el área, se mostraron sorprendidos por la infraestructura que ya posee el predio de Ruta 9. El primero aseguró que los galpones están listos para la “refuncionalización”, una de las posibilidades que prevé la Provincia.
“Esto se da cuando no partimos de un terreno baldío, sino que ya existe una base de infraestructura, como este caso”, explicó De Arriba a La Opinión y celebró que el lote tenga “mucha ventaja de infraestructura, pavimento, comunicaciones, energía, los galpones, está más que avanzado”.
Los técnicos evaluaron que el predio tiene una ventaja “de un año y medio” respecto de aquellos que están vacíos, y Cheyllada vaticinó que si todo marcha como esperan, lo que se denomina “etapa de disposición previa” –que implica la autorización ministerial para obras que hagan falta– podría estar “dentro de los cuatro meses o antes”.
Con esa “piedra fundamental en marcha” para ese tiempo, el Secretario de Gobierno aseguró que “si las condiciones hidráulicas se cumplen, para mitad del año que viene tenemos el parque constituido”.
Las cuestiones burocráticas implican presentación de estatuto, planos, disposición de obra prevista, objetivos, etc. El expediente debe pasar por la Asesoría General de Gobierno, la Fiscalía de Estado y el Ministerio de Economía. Una vez que cruce esos organismos de control, está todo listo para la firma del Gobernador.
Cálculo de beneficios
Caso tenía una idea, un proyecto que no pudo llevar adelante y que hoy tiene la posibilidad de transformarse en un parque industrial, el primero de la ciudad, y nada menos que en medio del corredor más importante del país.
Visionario, compró ese lugar con esa proyección en materia logística, que ahora puede traducirse además en desarrollo industrial, relocalización de empresas existentes, radicación de nuevas y el consecuente impacto en la generación de empleo directo e indirecto para San Pedro si es que esta vez las reiteradas promesas del gobierno se cumplen.
“No sólo será un beneficio, un rédito económico (para el desarrollador), sino que excede y es un beneficio para empresarios, para el Estado y para la comunidad en su conjunto”, aseguró De Arriba.
Las empresas que decidan relocalizarse o radicarse dentro del parque industrial tienen ventajas impositivas muy importantes. Entre ellas, un período de diez años de exenciones de ingresos brutos, sellos a la construcción, impuesto automotor para hasta cinco utilitarios, entre otros. El desarrollador, por su parte, cuenta con seis años de exención en el impuesto inmobiliario.
La normativa provincial tiene diversas variantes para que el desarrollador elija la que más le conviene, según su situación. Puede vender el lote, alquilar por metro cuadrado cubierto y descubierto, concesionar, entre otros. Ello da un margen de maniobra al privado que facilita la articulación con el sector público.
En el Gobierno municipal manejan una agenda de una veintena de empresas locales que necesitan relocalizarse y al menos ocho de afuera que están interesadas y ya recorrieron el predio.
Entre ellas, todas de las denominadas “sanas” y “amigables” con el medioambiente, se encuentran un astillero de modelados en fibra de vidrio; dos de tecnología vinculadas a grandes marcas de electrodomésticos; una de equipamiento de luces led; entre otras.
El entusiasmo de Caso
El empresario Jorge Caso tuvo un tono cuasi apocalíptico y una visión pesimista de la situación del país para el sector que representa. Se lo contó con lujo de detalles a los funcionarios provinciales durante la recorrida. Ya lo había hecho ante funcionarios locales. Sin embargo, tras la reunión en privado –del resto fue testigo La Opinión–, salió con mejor tono y hasta esperanzado.
Este semanario consultó al Director provincial y a los dos secretarios locales –Cheyllada y Ojea– si habían “logrado entusiasmar” a Caso. Fueron dubitativos, como si esperaran que lo dijera él mismo. Así lo hizo. La pregunta fue la misma: ¿lograron entusiasmarlo? “Sí, la verdad que sí”, fue la respuesta.
“Han venido con una propuesta clara y concreta. Estamos dispuestos a llevarla a cabo, es una cosa real, cierta, tangible, vamos a poner en marcha lo que en principio charlamos con esta gente: el primer parque industrial concreto para San Pedro”, aseguró, sin dudas.
Dijo respirar “un aire de alivio” y detalló: “Creen que están cumplidas el 90 por ciento de las obras de infraestructura para que esto sea un parque industrial”.
Tuvo palabras de elogio para Cheyllada y Ojea. En ese marco, sorprendió al señalar: “Hoy, a través de la política, siento una cosa diferente”. En ese sentido, indicó: “Tengo que decirle al pueblo de San Pedro que no es un sueño, no es un proyecto, tengo entendido que es una realidad, un hecho concreto”.
Palabras de funcionarios
Los responsables provinciales le dijeron muchas cosas a Caso durante la recorrida. La mayoría fueron ante la presencia de La Opinión. Entre las más importantes, Busteros le dijo: “Administrativa y operativamente hay que hacer unos trámites, pero vas a tener una salida rápida para esto, que está muerto”.
El arquitecto también señaló: “Hay desagües, energía, pavimento, cerco, tenés todo. Lo que resta es juntar papeles, un trámite administrativo, después es un tema de marketing”, para “vender” el parque a las empresas.
“Nosotros nos hemos juntado con no menos de 30 empresas que deben relocalizarse ya”, le aseguró De Arriba, por su parte.
Caso corrigió: “Esto no está muerto, es el dueño, que ya no tiene ganas”.
“Hay una decisión política y hay un núcleo duro de empresas que se quieren trasladar, que se quieren radicar. Acá tenés toda la infraestructura, ganaste un año y medio de plazo, o más”, insistió De Arriba.
“Nosotros somos gente de negocios, lo vimos cuando lo compramos, pero después nos pasa que la realidad nos deja pedaleando en el aire”, lamentó Caso. “Nosotros pondremos todo el esfuerzo para que el expediente salga lo más rápido posible”, sostuvo De Arriba.
“Estamos en una etapa donde está la decisión empresarial de hacerlo y el apoyo político para que se materialice”, analizó Cheyllada. “Hoy se empieza a marcar una agenda para direccionar esas empresas que están en San Pedro con ciertas complicaciones en la zona urbana para que puedan contar con un espacio que como se dijo ya tiene infraestructura”, agregó Ojea.
En medio de todo ello, cada cual recordó nombrar al Gobernador Daniel Scioli y al Intendente Guacone, que en conferencia de prensa previa al recorrido, al que no asistió, repitió su interés particular por dejar instalado un parque industrial, como logro de su gestión de gobierno.
Largo camino hacia un parque industrial
El sueño del parque industrial en San Pedro es tan viejo como la declaración de ciudad. En los últimos años, este semanario publicó antecedentes de archivo que dan cuenta de firmes proyectos que luego fracasaron: en 1942; en los 80 con la recuperación democrática y Farabollini en el Municipio; en los gobiernos de Sánchez, Pángaro y Barbieri. La gestión de Pángaro llegó incluso a comprar 10 hectáreas en Río Tala para ese fin.
El último impulso lo dieron 25 pequeños empresarios con ansias de expansión, que notaron que sus plantas quedaron instaladas en pleno casco urbano, imposibilitadas de crecer y encerradas por el desarrollo habitacional.
No se dieron por vencidos ante el somnífero tratamiento del expediente ingresado a la Municipalidad y se contactaron con Depot S. A., que ofrecía parte de su parque logístico en la exTupperware para la relocalización de las fábricas.
Tampoco tuvo éxito. Idas y vueltas, desaveniencias varias, desinterés y rosca política hicieron que los titulares de Depot optaran por vender el predio, donde ahora funciona Maxiconsumo.
Con esa agenda, la Secretaría de Desarrollo Económico, Cultural y Turístico trabaja desde los tiempos de Jorge Ponzio. Junto a él trabajó desde el principio Pablo Ojea, como Director de Producción, cargo desde el que acompañó a Raúl Cheyllada antes de que éste le dejara la Secretaría y pasara a Gobierno.
“Fue un trabajo de hormiga”, dijo Ojea, con cierta satisfacción por sus silenciosas gestiones que dieron lugar a la cristalización de unas 30 empresas locales que necesitan relocalizarse y tienen intención de acogerse a los beneficios del parque industrial, y otras ocho con intención de radicarse allí, que ya recorrieron el predio.