La procesión a San Cayetano
Las jornadas de visita al ex supermercado por parte de los interesados en la subasta fueron exitosas. Una importante cantidad de inversores recorrieron el lugar que será rematado el 14 de octubre en Capital Federal. Los ladrones no desaprovecharon la oportunidad de llevarse el último souvenir y se robaron los carteles que anunciaban el remate.
El derruido edificio del ex supermercado San Cayetano de la quebrada firma Reynoso S. A. pronto será un recuerdo en la memoria de los que no podrán olvidar cómo la gente se agolpaba en las puertas de Balcarce al 300 para hacer sus compras cotidianas, o cómo esa cadena monstruo venció a la competencia, llevando por ejemplo al sampedrino Supermás a cerrar sus puertas.
Nadie olvidará tampoco cómo el edificio fue destruyéndose a medida que el proceso de quiebra se desarrollaba. Vidrios rotos, techos arrancados, cientos de elementos robados, puertas soldadas para evitar que ladrones y aventureros hicieran pie en el lugar.
El fin de semana pasado fue la última jornada de visitas para aquellos interesados en adquirir el edificio que será rematado el 14 de octubre en la Oficina de Subastas Judiciales, ubicada en la calle Perón 1.233, de Capital Federal.
En la esquina de Balcarce y M. Porta, y en lo que era la entrada del ex supermercado habían dispuesto dos carteles que anunciaban el remate. Eran dos lonas vinílicas rojas con letras blancas que desaparecieron el sábado. Cuando llegaron los responsables de acompañar el recorrido del lugar a quienes fueran a visitarlo, se encontraron con que los carteles habían desaparecido. “Por dañinos, para que no se siga viendo o quien sabe por qué”, expresó el martillero Daniel Quinteros, a cargo de la subasta.
Los visitantes fueron variados. Empresarios de Rosario, Buenos Aires, ciudades vecinas y de San Pedro pasearon por las destruidas habitaciones del enorme edificio de 2.220,65 metros cuadrados. También estuvieron supermercadistas chinos.
Para los sampedrinos, la sorpresa mayor fue la presencia de un conocido empresario hotelero local, que alguna vez había ofrecido 600.000 pesos por el predio para instalar microcines.
Una de las presencias que llamó la atención fue la de ingenieros, arquitectos y representantes de ANSES, quienes visitaron más de una vez el local y hasta tomaron medidas del exterior en días en que no había visitas programadas. Se habla de que el Estado nacional estaría interesado en instalar en el lugar algunas dependencias que funcionan en edificios alquilados, como PAMI, e incluso algunas fuentes comentan que podría ser un lugar donde unificar atención a adultos, entre ellos el pago de haberes jubilatorios.
Además, hizo acto de presencia la llamada “Liga”, una agrupación de compradores e inversores que suelen estar en todas las subastas, ofrecen su parte, tiene sus clientes, ofrecen a otros inversores y compran para terceros. Se trata de un grupo de inversores que suele tomar parte de las subastas para luego acondicionar el lugar y venderlo a otros inversores.
El arquitecto sampedrino Juan Carlos Plana visitó el ex supermercado para tomar medidas “para un interesado del que no dio nombres”, según explicó el martillero Quinteros.
La base del remate es de 494.000 dólares.
La subasta será el 14 de octubre a partir de las 12.00. El 15, el ex San Cayetano tendrá nuevo dueños, otro destino.