La otitis y el verano, un combo habitual para la preocupación de los padres
El calor y el agua juegan una mala pasada a niños y adolescentes durante la temporada de verano en relación al oído. La otitis es una inflamación del oído que aparece mucho en esta época y para la que conviene estar preparado.
Llegó enero, los chicos terminaron la escuela y los clubes ya comenzaron la temporada de pileta. Sol y agua van de la mano en el verano. Una afección habitual de esta época es la otitis, la famosa inflamación del oído que puede volver locos a niños y adolescentes, y en consecuencia a los padres.
Durante el verano suelen aparecer cuadros de otitis, que están directamente relacionados con el calor, el agua y la humedad, que alimentan la proliferación de bacterias y hongos que puedven afectar la flora habitual de la piel que recubre el conducto auditivo externo.
CUIDADO CON LA PILETA
La otitis es una inflamación que puede ser externa o interna. La primera afecta a la piel del conducto auditivo externo y está asociada a factores irritantes como el agua o las lesiones que pueden provocar cualquier elemento introducido en el conducto, incluidos los hisopos.
El dolor de la otitis es intenso y hasta puede derivar en la descarga de material purulento. El verano es propicio para su aparición, sobre todo por el contacto con el agua.
Los especialistas otorrinolaringólogos consideran que los productos que se utilizan para el mantenimiento de las piletas, tales como cloro, alguicidas, decantadores, pueden resultar irritantes para la piel y provocar micro erosiones que habilitan el ingreso de bacterias.
Quienes padecen lesiones crónicas en la piel del interior de la oreja son más propensos a este tipo de cuadros, por lo que recomiendan tomar precauciones al respecto.
PREVENIR Y TRATAR
El buen secado del oído es fundamental para evitar la posibilidad de una otitis externa, que es la que más abunda en el verano y las piletas. Algunos especialistas recomiendan el uso de productos con alcohol y ácido acético, o el conocido alcohol boricado, para ayudar el secado del conducto.
La importancia del uso de alcohol para prevenir la otitis estriba en que ese fluido actúa como astringente al tiempo que permite disminuir la densidad del agua, hasta eliminarla. El ácido acético, por su parte, evita el desarrollo de gérmenes.
Por supuesto que ante la aparición del dolor lo recomendable es consultar con un pediatra o con un especialista otorrinolaringólogo para confirmar el diagnóstico y someter al niño o adolescente a un examen. De cualquier manera, nunca está de más contar con gotas para el oído y suministrar un analgésico para calmar el dolor.
Los medicamentos utilizados habitualmente para la otitis son antibióticos por vía oral o intramuscular o bien gotas. En general se procura disminuir la inflamación y la intensidad del dolor. Aquellos que se utilizan para resolver los cuadros de resfrío o catarros son las alternativas más frecuentes para tratar una otitis.
RECOMENDACIONES
Hay que evitar la humedad excesiva: si los chicos van a pasar mucho tiempo de chapuzón en chapuzón, lo mejor es que utilicen tapones de baño.
Los viajes también son un factor de riesgo: la ventanilla baja puede generar un exceso de aire que termine afectando sobre todo a los más pequeños. Si se viaja en avión, los momentos de despegue y aterrizaje también pueden ser molestos.
Los hisopos dañan: la recomendación para la higiene es el uso de algodón absorbente, ya que los hisopos pueden dañar la piel interna de la oreja.
Cuidado con el aire acondicionado: Los niños y bebés no deben ser expuestos a temperaturas muy bajas, ya que corren riesgo de contraer otitis media.