La oposición ganó las elecciones de los embaladores
El Sindicato de Embaladores de San Pedro renovó sus autoridades con una elección tensa en la que se jugaron cartas de la interna peronista con los líderes concretos respaldando a uno y otro sector. Con un fuerte respaldo de UATRE se impuso Hugo Ramírez por cuarto votos.
Elecciones gremiales como pocas fueron las del domingo para el SEDA, Sindicato de Embaladores, Descartadores y Alambradores. Se jugaron en un marco de mucha tensión y una interna político-gremial muy importante. Tanto que promediando la tarde y ante un episodio poco claro fue necesaria la presencia de una escribana que constató que se estuvieran utilizando los padrones apropiados.
Apoyando al oficialismo actual, liderado por Miguel Arriola y con intenciones de renovar su mandato estuvo el sector del actual funcionario provincial Carlos Rotundo quien incluso se acercó e la esquina de Lavalle y Bottaro cuando se producían algunas discusiones.
Respaldando a la lista opositora y al mismo candidato que perdió hace tres años y desde ayer es el nuevo
Secretario General, estuvo UATRE y sus máximos dirigentes, entre ellos, Cecilio Salazar.
El recuento de votos después de una larga jornada con una participación que la Coopser podría envidiar se inició tomando como referencia un total de votantes apenas inferior a los 300 (sobre los 700 habilitados).
El resultado fue tan ajustado como hace tres años pero al revés. Ganó la lista naranja 143 a 139 y así se consolidaron como nuevas autoridades además de Ramírez (un embalador en actividad), Darío Almirón como Secretario Adjunto y Verónica López como Secretaria Gremial entre otros cargos.
El vencedor llamó a trabajar por la fortaleza de un gremio que efectivamente se recuperó en estos últimos años a la par de una mejora considerable en las posibilidades de trabajo.
Al mismo tiempo, Miguel Arriola quien deja de ser titular del gremio, facturó el estado en el que se encontraba el SEDA después de la gestión de Jorge López recordando que el auto se usaba para fines particulares, que no había dinero y que incluso se estaba al borde de la fusión con UATRE.
En la práctica, hoy los embaladores que trabajan a través del SEDA tienen la obra social del gremio y mantienen una buena relación. Incluso algunos memoriosos recuerdan que el propio Arriola era partícipe de la fusión con UATRE pero que luego al no conseguir encuadrarla como deseaba desistió.
Más allá de sus líderes gremiales, los trabajadores necesitan un sindicato fuerte que los represente y que salga a contrarrestar el gran volumen de trabajo en negro que hoy persiste.