La odisea de dos hinchas de River rumbo a Perú: Se rompió el colectivo, pasaron una noche en el desierto y tardaron más de 100 horas en llegar
Sebastián Gómez y Carlos Almada partieron el lunes 18 a las 13.00 y llegaron el viernes 22 a las 21.00 a Lima donde observaron la final de la Copa Libertadores entre el Millonario y Flamengo en el estadio de Universitario. Aunque recorrer los 4.603 kilómetros se estiman en poco más de 60 horas, el traslado armado por una agrupación riverplatense de Capital Federal sufrió dos inconvenientes con el micro y se retrasó. "Fue una odisea, de terror", relató a La Opinión Gómez, uno de los pocos sampedrinos que estuvo en la capital incaica.
River Plate disputó el sábado en Lima, Perú, la final de la Copa Libertadores frente a Flamengo y muchos hinchas viajaron a observar el partido que los brasileños se llevaron sobre el final 2 a 1 con sendos tantos de Gabriel Barbosa y festejaron en el estadio de Universitario. Muchos argentinos volaron en avión como Gonzalo Solera e Ignacio Villarreal de Gobernador Castro pero otros, más osados, rumbearon en colectivo, entre ellos los sampedrinos Sebastián Gómez y Carlos Almada quienes tardaron más de 100 horas en llegar en un viaje estimado en alrededor de 60.
Para ellos, los 4603 kilómetros que separan San Pedro de la capital incaica fueron una odisea porque salieron el lunes 18 de noviembre a las 13.00 y arribaron el viernes 22 a las 21.00, tal relató Gómez a La Opinión: "Nos levantó en San Pedro una agrupación de Buenos Aires que armó el viaje con todos hinchas de River. Hasta la frontera de Chile estaba todo bien pero al cruzar es todo zona de subidas y bajadas, precipicios, de terror. En una de esas bajadas que agarra el colectivo, se prendió fuego la rueda de adelante del micro porque de tanto que frenaba se calentaron las cintas de freno. Eran las 3.00 de la mañana y paramos en medio de la bajada, en pleno desierto de Atacama a pocos kilómetros de Calama. No alcanzó a explotar la rueda pero si la de atrás que también se calentó".
En ese momento, los simpatizantes riverplatenses estaban a diez kilómetros de Calama y pasaron la noche en el desierto hasta que amaneció, cambiaron la rueda que se les rompió y llegaron despacio al pueblo. "Recién volvimos a salir a las 22.00 de ese mismo día de Calama cuando pudimos arreglar el colectivo", explicó Sebastián.
Sin embargo, no fue el único inconveniente que tuvo el grupo con el transporte porque ya en territorio peruano surgió otro: "En Perú íbamos costeando el mar y es todo precipicios y demás. Salimos de un pueblo y a los siete kilómetros se nos quedó sin combustible el colectivo. El colectivo llevaba 450 litros pero al ser tan altas las subidas no alcanzaba a chupar los cuatro tanques porque uno le manda a otro y así sucesivamente. O sea, tenía que tener más. Se nos quedó en el medio de una subida. Tuvimos que volver, cargar combustible y ahí retomamos la ruta".
"Fue una odisea, de terror", resumió Gómez una vez completado el trajín que La Opinión calculó en 104 horas. Los dos sampedrinos pernoctaron en Lima la noche del viernes al sábado, día en que observaron el duelo y sufrieron la increíble derrota de su equipo que estuvo a escasos minutos de volver a conquistar América con Marcelo Gallardo. Luego, la banda se subió al mismo colectivo en el que está regresando a Capital Federal a dónde llegar el martes 26 por la noche. Algunos kilómetros antes, en San Pedro, se bajarán Sebastián y Carlos, dos de los seis fanáticos locales que estuvieron en el histórico partido.