La noche tiene sus misterios
A pesar del régimen de nocturnidad impuesto por ley en toda la provincia y que San Pedro adelantó con una ordenanza hace casi un año, los boliches pasan el horario estipulado, expenden bebidas energizantes por autorización provincial y dan botellas. Inspección dice que el personal no alcanza pero sus objetivos están cumplidos.
La actividad nocturna se intensifica en el verano y los locales de diversión aparecen como los mayores favorecidos. Miles y miles de adolescentes, jóvenes y adultos se apropian de la calle en procura de diversión.
San Pedro, en las últimas semanas, se encontró con cierta flexibilización en los controles de la Ley provincial y la Ordenanza municipal de nocturnidad, y el aprovechamiento por parte de los dueños de boliches que ven facilitado el camino hacia mejores ingresos, pasando por encima la legislación.
Hasta que las velas no ardan
El horario de cierre de los boliches en la provincia es 5.30 para la época estival. Aun así, el texto de la Ley 14.050 prevé que los municipios tengan la potestad de permitir una hora más cuando lo crean necesario en verano. La ordenanza 5.087 dice que en la ciudad, en esta época del año, el horario de cierre es a las 5.30 Hs.
Así, los boliches sampedrinos deberían estar cerrando a esa hora, en la medida en que no hay comunicado oficial alguno que habilite la hora más que permite la Provincia. Los controles se flexibilizaron y los dueños de boliches extienden los horarios en los que se pone fin a la diversión nocturna, aprovechando el mayor consumo de alcohol que ello puede significar. “A las 5.30 prenden luces, apagan música y le damos quince minutos para que la gente salga del lugar. Hemos flexibilizado un poco en ese sentido, pero los resultados son buenos”, dijo el Director de Inspección General Domingo Bronce.
Los comercios de cualquier rubro que vendan bebidas alcohólicas no pueden hacerlo entre las 21.00 y las 10.00 del día siguiente. Poco cumplimiento tiene esta parte de la ley y quien se acerque a un kiosco, una rotisería o un almacén de barrio podrá llevar su bebida a la hora que sea.
En términos de horario, tampoco nadie respeta el tope de las 2.00 de la madrugada para el acceso al público y puede verse la gente agolpada en las puertas de los boliches intentando ingresar hasta en los horarios límites de cierre. El tope de las 4.00 como hora límite para la venta de bebidas tampoco se cumple ni se controla.
Para Bronce, la venta de alcohol en comercio y el horario de ingreso son “imposibles de controlar con el personal con que se cuenta” y considera que algunas pautas de la nueva ley fueron hechas “detrás de un escritorio”.
Energízame
La ley de nocturnidad que rige en todo el territorio provincial introdujo la extraña prohibición de las bebidas energizantes. Extraña porque, mientras se impide la venta al público de una bebida que no puede ser considerada “peligrosa” en sí misma, se permite la venta indiscriminada de alcohol, cuyo consumo en exceso –algo habitual los fines de semana en los locales nocturnos– puede incluso causar la muerte.
Con ese panorama, desde que Scioli promulgó esta ley el cinco de noviembre del año pasado, los boliches debieron, quitar de sus heladeras las bebidas energizantes tipo Speed, Red Bull, Blue Demon, entre otras.
Sin embargo, a poco de andar, la ley ya es letra muerta en un papel y quien salga en San Pedro podrá consumir una nueva bebida de la marca Speed, que ya no tiene en su rótulo la frase “energy drink” por lo que habría sido autorizada para la venta: “Hay una disposición que habilita esa marca. Cambiaron el rótulo y lo permitieron”, informó Bronce. Lo que nadie asegura es que, como dice la ley, hayan cambiado la fórmula para que se deje de considerar a esa bebida como “energizante”.
Envasado en origen
La ley de nocturnidad se metió con el expendio de bebidas alcohólicas y prohibió la venta en envases que superen los 350 mililitros. Así, cada vez que alguien quiera comprar algo en una barra, se le deberá entregar en vaso y ya no en botella, como era lo habitual.
En los boliches sampedrinos, la botella de litro de cerveza sigue dando vueltas por las pistas de baile, los pasillos y los patios sin mayores dificultades.
¿Qué edad tenés?
Una de las mayores preocupaciones en torno a la nocturnidad tiene que ver con la edad de quienes ingresan a los locales de diversión. Se sabe que el alcohol está prohibido para menores de edad, pero ante la imposibilidad de controlar que pudieran acceder ya sea porque se lo vendían de todas maneras o a través de un mayor que se los compraba, las leyes sobre la noche también hicieron hincapié en el tema.
Los menores de entre 14 y 17 años sólo podrán ingresar a los boliches hasta las 23.00, en horarios de matinée. Sin embargo, en algunos locales sampedrinos, ellos siguen siendo los protagonistas.
El control
Tanto se dijo sobre el problema de la noche, que hasta el propio ex Intendente Barbieri salía de ronda nocturna cuando entró en vigencia la ordenanza. Se dispusieron móviles especiales, se afectó a empleados municipales del área de Inspección y el propio Director de Inspección General Domingo Bronce entraba a los boliches para constatar que todo se cumpliera al pie de la letra. Hasta se firmó un decreto por el que se autorizó a la policía a “disponer lo preciso para dar cumplimiento a lo normado” por la ordenanza.
Inspección General opina que a un año de que comenzaran los operativos han podido “destrabar lo más importante, que eran los desmanes y peleas, que ya no se ven”, según dijeron.
Las sanciones por violar la norma van desde los cinco a los treinta mil pesos y prevé clausuras de hasta sesenta días. En los casos en que un local reitere la conducta impropia, los montos de multa se duplicarán y hasta puede ser pasible de clausura definitiva de la instalación comercial. En San Pedro, parece que a nadie le preocupa.