La Navidad de no hace tanto
Empezaba mucho antes, ya a mediados de noviembre uno comenzaba con las cenas de fin de año, ¡porque eran muchas!
Se buscaban los regalos con tiempo, si no te quedabas sin nada, los estantes estaban vacíos en los días cercanos a las fiestas.
¡Se escuchaba mucha música! De esa alegre, que te hace bailar y te recuerda lo bien que se siente una sonrisa en la cara.
¡Se pensaba qué nos íbamos a poner esa noche! Para todos era una gran fiesta y ameritaba nuestro mejor traje.
¡Se planeaba qué cocinar! Y ahí se disputaban las mujeres quién hacía el mejor vitel toné y a quien le tocaba la ensalada rusa, ni hablar que ya había habido toda una polémica en cuál casa se pasa la Noche Buena y en cuál la Navidad.
Se veía la alegría en las calles, con las decoraciones, con la gente y sus compras navideñas… En el aire se sentía la llegada de la Navidad.
Hoy abro los ojos y me pregunto ¿dónde quedó todo eso? ¿En qué momento cambio tanto? Miro a los niños y siento una cierta culpa… como que viví algo que ellos no conocen, que era tan maravilloso, tan especial… Y, a todo esto, ¿será que la Navidad tal cual se vive hoy, para estos niños es tan especial como siento la que viví yo?
¿A vos te pasa parecido a mí? ¿Y qué vas a hacer? ¿Qué te parece transmitir la alegría de esos días, de no hace tanto y así darles el mejor regalo?
Alejandra Dos Santos