La Municipalidad esperó y ahora la Coopser rechaza un crédito para pavimentos
El anuncio de la pavimentación de 56 cuadras hecho en Abril por el Intendente, derivará en una licitación inesperada para que una empresa privada se haga cargo de la obra, si acepta tomar el crédito que con la garantía del municipio otorga la Provincia de Buenos Aires. El gobierno municipal quería que la obra la ejecutara la Coopser y por eso se esperó a que cerrara su balance. Ahora las nuevas autoridades rechazan el proyecto porque agotaría la capacidad de crédito de la entidad. Mientras tanto cientos de vecinos que confirmaron su voluntad de pagar se quejan y otros imploran por el recorrido del regador.
La falta de lluvias provoca serios perjuicios en la producción y también complica la vida de muchos vecinos que viven rodeados de calles de tierra que parecen desérticas cuando pasan varios días sin una gota de agua.
Algunos riegan con baldes y otros con una manguera, ampliando otro problema que también se potencia en estas fechas: la falta de agua.
Muchas de las cuadras que aún resisten a la tierra, deberían estar a esta altura del año con un mejorado asfáltico o un pavimento terminado y algunas en ejecución. Un crédito firmado en Febrero por el Intendente con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, está disponible para aquella empresa que fuera designada para realizar una obra de estas características. La inflación ya ha hecho estragos sobre el monto. Son 56 cuadras distribuidas en toda la geografía de San Pedro, incluyendo las transversales del nuevo bulevar. Desde su anuncio, se remarcó que la Municipalidad tomaría este crédito para transferírselo a los vecinos que serían los encargados de pagarlo, con el gobierno del pueblo como garante y una empresa que iría recibiendo las cuotas de sus manos. La idea original que ahora es la causa de la inadmisible demora pasaba por involucrar en este proyecto “a la empresa de todos los sampedrinos”: la Coopser. El Intendente y sus secretarios presentaron en los primeros días de Abril el plano de la ciudad con las calles a pavimentar y confirmaron que sería la Cooperativa la que funcionaría como la empresa ejecutora, tomando ese crédito y cobrándole luego a los vecinos la proporción por metro lineal de pavimento. De este modo se generaba una circulación total del dinero en San Pedro. La Cooperativa mostró satisfacción por el proyecto, tal como se lo presentaron. La demora que estiró los plazos de la concreción hasta la parte final de este año obedeció supuestamente a los problemas por todos conocidos de la entidad, que tuvo un ejercicio más largo (18 meses) y por lo tanto no tenía terminados sus papeles para presentarlos. El municipio se mostró dispuesto a demorar la obra, postergando incluso el rédito político que la misma podría tener en un año con meses calientes desde lo electoral. Después del “recambio” de autoridades en la Cooperativa comenzó a florecer una nueva y polémica razón para la postergación que ya lleva ocho meses.
Cara y seca
Cuando se hizo el anuncio en el despacho de Barbieri se habló de 56 cuadras con un crédito de 2 millones de pesos que llegarán desde el Banco Provincia de acuerdo a un convenio firmado en Febrero. “Son $ 2.000.000 que prestará el Banco Provincia y que el municipio transferirá directamente a los vecinos que serán los que deberán pagarlo (a través del municipio) con una tasa de entre el 8 y el 9% anual y en 5 años”, se dijo. Al momento de presentar el plano se anunció que la selección de las cuadras “beneficiadas” se hizo relevando el mapa de cobrabilidad de las tasas con regiones que tienen un cumplimiento de entre el 66 y el 80%. Se abrió el registro de oposición y como suele suceder pocos se acercaron a firmarlo aún cuando no están de acuerdo con el proyecto, sobre todo por no poder pagarlo.
A ocho meses del anuncio y a diez de la firma del convenio, la Coopser ya tiene su balance, pero según confirmó su presidente Patricio Moleón, “no estamos en condiciones de tomar un crédito de 2 millones de pesos”.
Moleón dijo que al principio parecía que la Coopser sólo debía realizar el trabajo e ir cobrándolo pero ahora la posición sería diferente y además sería necesario contar con dinero para arrancar los trabajos hasta que se les pague la primera certificación.
“Nosotros no podemos agotar nuestra capacidad de crédito de este modo y además es muy difícil cobrar las obras de pavimentos”, dijo.
Moleón fue más allá y anticipó que si se mantiene el nivel de crecimiento de la demanda que se observa actualmente será necesario invertir en energía dentro de pocos años con una ampliación de Sanpedrito o alguna otra obra y para eso será necesario tener cuentas ordenadas.
En este proyecto, “el banco le da el crédito a la Cooperativa para que lo administre el municipio y eso lo hace para asegurarse que no se inventen empresas que después no hagan las obras”, dijo.
Muchos de estos datos surgen ahora que se ven los renglones con letra chica y en esas condiciones a la Cooperativa no le interesa construir estas cuadras.
Otra licitación
El flamante Secretario de Obras Públicas confirmó que se están ajustando los detalles para no perder la vigencia de este crédito y convocar a una licitación pública para que se concreten las obras demoradas. “No los podemos esperar más” dijo Heriberto Juan Bennazar quien en los próximos días hará público este llamado que intenta, ocho meses después, encaminar una obra que en principio la gente ha demostrado estar dispuesta a pagar.
El desierto…
En todo Diciembre han caído tan sólo 12 milímetros. Esta falta de agua afecta a la producción de manera significativa y genera también grandes tormentas de tierra en las zonas con calles débiles. Sólo para la anécdota se puede señalar que si no llueve antes del último día del año, este mes será el que se presenta con menor cantidad de lluvias desde que se toman datos locales. Por sólo reflejar un dato, en Diciembre del año pasado llovieron más de 140 milímetros.
El recorrido de los regadores es requerido desde toda la ciudad, pero sólo hay tres, dos propios y uno más contratado con horas extras. Cada regador carga en promedio unos 8 mil litros y tarda no menos de 20 minutos en cargar. Hay tres lugares de provisión: el puerto, el corralón y la Estación. Entre el tiempo que se emplea para cargar y el traslado hasta la zona que desea regar pasan no menos de 35 o 40’ y el recorrido máximo que puede cubrir un viaje regando a paso lento agota el líquido en 18 cuadras.
Las calles entoscadas son las más complicadas y según dicen en Servicios Públicos, ni pasando dos o tres veces por día se solucionarían las quejas de los vecinos. “Antes se regaba a la madrugada pero se ha cambiado el horario porque alguna gente como no los veía regar llamaba para decir que no pasaban”. Actualmente se riega entre las 4 y las 11 y entre las 15 y las 19 aproximadamente. Un problema evitable que se solucionaría con más pavimentos o mejorados asfálticos.