La madre del prefecturiano de Ibicuy que contrajo coronavirus pidió que cese el hostigamiento
Tras ser dada de alta por ser uno de los casos de COVID-19, Rosana Zuleta pidió a la población que se considere saldado el debate del brote del virus que se produjo a partir del diagnóstico positivo del efectivo de Prefectura que estuvo los días 5, 6 y 7 de junio en San Pedro y en Río Tala. La semana pasada agradeció a las autoridades sanitarias y en la mañana del miércoles publicó también su reclamo por un hecho delictivo cuya denuncia aún no está en fiscalía pero da cuentas del robo de animales en el campo que cuidaba uno de sus hijos, el mismo que fue denunciado por violar la cuarentena.
"Te agradezco, hay que esperar que pase el tiempo y no recalcar tanto sobre mis hijos, total todo San Pedro se informó", dijo el miércoles por la mañana Rosana Zuleta a La Opinión. La última noticia que se publicó sobre su estado de salud habla del agradecimiento al personal de salud por la atención que le dispensaron en el Hospital durante los doce días en los que estuvo internada tras ser diagnosticada con COVID-19 positivo junto a varios miembros de su familia y a otros allegados de la localidad de Río Tala.
El día en que fue diagnosticada había advertido que la carrera de uno de sus hijos, conocido como el "caso del prefecturiano de Ibicuy" podía peligrar si se insistía sobre los detalles de su visita a la ciudad y a la localidad de Río Tala donde resultaron contagiadas tres decenas de personas. Aquel 17 de junio, cuando ella y su marido recibieron la muestra positiva del hisopado, solicitaron a La Opinión que se preservaran los nombres y apellidos sin saber que pocos días después se desataría una cadena de contactos que terminaron con otro de sus hijos denunciado por violar la cuarentena y aislado en el Tiro Federal junto sus niños en medio de un expediente judicial que tramita la Justicia federal y en el que el propio municipio fue denunciante.
"No sigan con tanto hostigamiento y persecuta a nuestra familia, ya informaron, bueno dejen que las cosas sigan su curso lo mejor posible para todos. Nadie está a salvo de nada en esta vida, un poquito de contemplación pido", indicó. Con esa solicitud que dejó constancia de su pedido, consignó su malestar porque nadie se había ocupado de difundir una denuncia sobre robo de animales en el campo que cuidaba su hijo Mariano y del que sustrajeron animales cuando fue sometido a aislamiento obligatorio. Aunque se desconoce si la denuncia ya está en manos de la Justicia, solicitó que se difundan las publicaciones con sus consideraciones hasta tanto pueda recuperarse anímicamente como para relatar cómo han vivido estas últimas semanas en las que jamás imaginaron estar envueltos en una situación que no sólo no deseaban sido de la que también fueron víctimas.
Por último, se refirió a las denuncias de las que fueron objeto cuando su marido tuvo que trasladarla al Hospital porque sus síntomas se habían agravado. Aclaró que sólo salieron porque así se lo indicaron para recibir atención y luego de los estudios quedar internada.