La música todo lo puede
En un festival con muchísimas vicisitudes, que fueron desde la postergación de la apertura hasta conflictos políticos e internas mediáticas, la gran triunfante fue LA MUSICA. Con su magia logró hacer olvidar absolutamente todo.
“La música es parte de la vida, no me imagino a nadie que pueda vivir sin música” fueron las palabras del Chaqueño Palavecino cerrando la noche del viernes. Y no se equivocó. Él que resultó ser, casi por casualidad, el encargado de cerrar lo que se transformó en la primera noche del Festival, supo resumir así la esencia de este y de todos los festivales de música popular.
Luego de que la fecha del jueves 7 fuera suspendida por las condiciones climáticas, el festival comenzó a todo color el día viernes 8 de Enero. En esa primera velada hubo grandes artistas de la talla de Guillermo Fernández, entre otros. Los dos platos fuertes de esta noche eran el Duo Coplanacu y el Chaqueño Palavecino. Un chaparrón que comenzó a caer alrededor de las 23 horas trajo los fantasmas de la noche anterior y la gente de la organización comenzó a apurar a los artistas que pasaban por el escenario. Así el Duo Coplanacu, por ejemplo, fue reducido a sólo tres canciones y gracias al pedido de la gente que gritaba bajo la lluvia tocaron cuatro temas más haciendo un total de siete canciones.
Pegado al Duo Santiagueño llegó la frutilla del postre para este primer día. Hizo su aparición el Chaqueño Palavecino. La ovación con la que fue recibido no deja de ser sorprendente aún sabiendo la convocatoria que tiene un artista como el salteño que, sin dudas, es uno de los más convocantes del folklore actual. El show del Chaqueño tuvo momentos para todos los gustos. Con su intensidad característica compartió generosamente el escenario con una cantante de tango llamada Ivana Fortunatti que había cantado tiempo antes en el festival y más adelante compartió el escenario con un grupo musical Toba que interpretó música originaria de nuestra tierra. Luego de interpretar una maratónica lista de 29 canciones con una energía envidiable, el Chaqueño Palavecino cerró la noche del viernes.
Los puntos más altos del sábado fueron, por el lado del tango, el Ballet de Mora Godoy y el Sexteto Mayor, y por el lado del folklore el ex nochero, Jorge Rojas. Fue muy emocionante durante la puesta en escena del Sexteto Mayor la recordatoria a su fallecido fundador Jose “Pepe” Libertella que había participado del festival en el mismo anfiteatro “Abel Figueroa” 30 años atrás.
Tarde en la noche del sábado se subió al escenario el número más esperado de ese día. Jorge Rojas convocó un numeroso público, con mayoría de jóvenes, que lo acompañaron hasta altas horas de la madrugada. En el comienzo, el cantante dejó entrever una pequeña queja a la organización del festival. Las puertas del anfiteatro fueron abiertas por completo tiempo antes de que el artista comenzara su show.
La noche del domingo fue la más tranquila de todas. La mayoría de los participantes que antecedieron a Mercedes Sosa en su actuación tenían alguna relación, o eran tucumanos o habían sido amadrinados por la cantante.
Pasada la medianoche llegó lo más esperado del domingo. Mercedes Sosa hizo su aparición en el escenario de Baradero, sentada en su clásico sillón e interpretó sus canciones con un temple impresionante y su dulzura característica. UN SHOW ESPECTACULAR.
El lunes llegó, y lo que había sido postergado el primer día se transformó sin quererlo en un improvisado cierre de un festival que pasó a los sobresaltos. Aunque en un primer momento estaba programado que sea Victor Heredia el cierre de la noche, la organización cambió la grilla a último momento.
Luego de un comienzo lleno de artistas nuevos, antes de las doce de la noche, fue el momento de Abel Pintos, el jóven cantante hizo un show increíble con mucha actitud sobre el escenario.
Casi sin demora e inmediatamente después, fue el tiempo del show de Victor Heredia que llegó sobre la hora y realizó un concierto como el que acostumbra. Lleno de sus canciones testimoniales no dejó ninguno de sus éxitos fuera de la grilla.
Por último y como corolario de un festival de música popular cerró la noche La Mancha de Rolando. Que decir del show de una banda cuya intensidad fue la que los catapultó a la fama que hoy por hoy ostenta. Con muchísima fuerza y una generosidad especial La Mancha de Rolando cerró la última noche de manera especial.
Si bien el festival estuvo cargado de peripecias, como queda demostrado en la crónica, la música prevaleció y logró amenizar todo tipo de problemas haciendo del Festival de Baradero, una fiesta inolvidable.